En la primera visita de Angela Merkel a Estados Unidos, con Donald Trump como presidente, el magnate le negó el saludo a la canciller alemana.
Durante la reunión en el salón oval de la Casa Blanca, los periodistas les pidieron si podían darse la mano para la foto, y pese a que Merkel le preguntó si quería que se dieran la mano, el magnate hizo caso omiso a la petición.
El magnate intentó disimular, sin embargo, el gesto de Merkel hizo evidente la desidia de Trump.
Eso no es de caballeros para empezar y tampoco de primer mundo…