El diplomático y ex asesor presidencial estadounidense Dennis Ross instó la semana pasada por carta a Barack Obama “a revisar cómo está siendo tratado” el presunto espía israelí Jonathan Pollard (foto) “y como mínimo, poner fin al toque de queda que limita su capacidad de funcionar y tener una vida más normal”, ya que debe estar en su casa de Nueva York de 19 a 7 hs., ser monitoreado con una muñequera con GPS en Shabat y las festividades y permitir que sus computadoras sean vigiladas.
“Si después de 31 años todavía es considerado un riesgo, entonces hay algo profundamente erróneo en la forma en que conducimos y operamos nuestra inteligencia”, advirtió.
Por ello, “no hay justificación alguna en este punto para evitar que vuelva a integrarse a la sociedad”, criticó el actual consejero del Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente.
La jueza Katherine Forrest, de la Corte de Distrito de Manhattan, decidiría a fines de agosto sobre la apelación de Pollard a las condiciones de su libertad condicional.
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