El Consejo de Seguridad de la ONU insta a Israel a un «alto el fuego inmediato»
Netanyahu arremete contra Estados Unidos por no haber vetado la resolución, ya que sólo se ha abstenido en la votación, y afirma que da «esperanzas» a Hamás
M. Pérez
Lunes, 25 de marzo 2024,
Después de media docena de intentos, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este lunes una resolución que exige un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, el aumento de la ayuda humanitaria y la liberación de todos los rehenes. La tregua duraría hasta el final del Ramadán, el próximo 9 de abril. La resolución ha salido adelante con la abstención de Estados Unidos.
Queda por ver ahora cuál será la respuesta de Israel. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, es absolutamente reacio y, de hecho, había amenazado a Washington con cancelar el viaje de una delegación de asesores del primer nivel a Estados Unidos si no vetaba la iniciativa, La expedición, de la que formaban parte Ron Dermer (ministro de Asuntos Estratégicos) y Tzachi Hanegbi (secretario del Consejo de Seguridad Nacional), ha sido finalmente suspendida por orden directa de Netanyahu. Su oficina ha difundido rápidamente un comunicado donde acusa a Estados Unidos de perjudicar el «esfuerzo bélico» y los intentos de liberar a los rehenes. La abstención es «un claro retroceso de la posición consistente de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad desde el comienzo de la guerra» y proporciona a «Hamás la esperanza de que la presión internacional les permitirá lograr un alto el fuego sin liberar a nuestros rehenes».
La Casa Blanca ha optado por una vía intermedia después de haber vetado anteriormente hasta tres proyectos de resolución del Consejo. Algunas fuentes aseguran que, con esta decisión, Washington evidenciaría su malestar y su creciente distanciamiento de Netanyahu tras haberle advertido repetidamente de que deje entrar la ayuda humanitaria en Gaza y no insista, como viene haciendo, en atacar Rafah sin antes haber garantizado la protección de sus 1,1, millones de residentes.
La última en pronunciarse en este sentido ha sido la vicepresidenta Kamala Harris, quien este domingo avisó de que una «operación militar de calado en Rafah sería un gran error», puesto que su población «no tiene ningún sitio adonde ir. Me he estudiado los mapas». Harris no descartó que una invasión de esta área colindante con Egipto conlleve «consecuencias» para el Gobierno israelí, en la advertencia más seria de este tipo manifestada desde Washington.
Esta circunstancia deja ahora la pelota en el tejado de Netanyahu, que se encuentra bajo una inmensa presión internacional debido a la hambruna en la Franja y acuciado dentro de su propio país por una demanda creciente de la población para la liberación de los cautivos de Hamás.
Levantar «todas las barreras»
El Consejo tenía previsto reunirse el pasado sábado, pero finalmente dejó la asamblea para este lunes con el fin de que se ‘enfriara’ el veto presentado el viernes por Rusia y China a una moción estadounidense. En este caso, la propuesta ha sido presentada por los diez miembros no permanentes del Consejo, lo que posiblemente ha aliviado las tensiones internas, con el respaldo de los países árabes, además de las delegaciones rusa y china.
El dictamen propone que esta tregua durante el Ramadán lleve a un alto el fuego «permanente y sostenido». Urge a que «se levanten todas las barreras» y «amplíe el flujo de ayuda humanitaria»
. También exige «reforzar la protección de los civiles en toda la Franja».
La aprobación de esta resolución se produce al día siguiente de que las delegaciones israelí y estadounidense salieran de la mesa negociadora de Doha, en la que se sientan también Egipto, Qatar y Hamás, con un moderado optimismo sobre una nueva liberación de rehenes. Según fuentes israelíes, los mediadores estaban a un «50-50» de aceptar una propuesta de Tel Aviv para soltar a 40 cautivos a cambio de 800 presos palestinos, el doble de los reclusos que Israel propuso hace un mes en la reunión preliminar de París. Los secuestrados que Hamás dejaría libres serían principalmente mujeres, niños y personas de avanzada edad.
La principal dificultad para el acuerdo reside en el número de presos palestinos condenados a cadena perpetua o penas de muy larga duración por asesinato que estaría dispuesto a excarcelar el Gobierno hebreo. Hamás exige treinta de estos reclusos por cada mujer soldado israelí que deje libre. Tel Aviv ofrece solo cinco.
El secretario general de la ONU, António Guterres, había informado antes del Consejo de la trascendencia de la resolución para salvar a la población de Gaza y la «importancia» de que los países participantes sean capaces de ponerse de acuerdo en un ambiente de difícil consenso. De hecho, Guterres lamentó que este organismo de Naciones Unidas «es hoy víctima de las enormes divisiones geopolíticas que existen en el mundo; con las superpotencias enfrentadas entre sí, y creando una situación en la que es muy difícil encontrar consenso en relación con cualquiera de las difíciles crisis a las que nos enfrentamos en el mundo, no sólo en relación con Gaza».
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