El Parlamento letón aprobó este jueves una ley que destinará 40 millones de euros para fines caritativos, educativos y religiosos en concepto de restituciones a la comunidad judía del país báltico. La ley establece de manera expresa que Letonia, que fue anexionada por la Unión Soviética en 1940, no es responsable del daño sufrido por los judíos letones, el 90 % de los cuales murió en el Holocausto después de que la Alemania nazi ocupara el país entre 1941 y 1945. Los detractores de la medida critican que los judíos son solo uno de los grupos religiosos que sufrieron durante las ocupaciones soviética y nazi, pero sus defensores afirman que el Estado se benefició de las propiedades de los ciudadanos judíos que fueron nacionalizadas durante la ocupación.
Cuando Letonia recuperó la independencia en 1991, muchas familias judías no contaban con supervivientes que pudiesen exigir la restitución o la compensación de los bienes confiscados, mientras que otros ciudadanos letones que no se vieron afectados por las matanzas sistemáticas sí que pudieron ejercer este derecho. Por ello, los defensores de la ley argumentan que el impacto del Holocausto en la comunidad judía letona dio pie a una “injusticia histórica”, que se tratará de compensar a un coste de cuatro millones de euros anuales hasta 2032.
Las propiedades que han sido tenidas en consideración para calcular el monto de la restitución incluyen bienes inmuebles de familias judías que perecieron en el Holocausto, así como escuelas, hospitales y centros religiosos, culturales y deportivos de organizaciones judías. El partido centroderechista Alianza Nacional, parte del Gobierno de coalición del primer ministro Krisjanis Karins, objetó que los gitanos letones también fueron perseguidos por los nazis y deberían tener también derecho a una restitución. No obstante, los intentos de modificar la ley para incluir también a la comunidad gitana y a otros grupos étnicos, como las minorías polaca o lituana, fueron rechazados por el Parlamento. La ley también causó controversia en redes sociales, donde muchos usuarios comentaron que favorecía a un “grupo especial”, mientras que todos los letones habían sufrido bajo la Unión Soviética y el régimen nazi. En la actualidad, en Letonia las personas detenidas o deportadas bajo el régimen soviético tienen derecho a una compensación, una categoría que por lo general incluye a los judíos letones deportados en junio de 1941 por su estatus socioeconómico o actividades políticas, ya que su fe no desempeñó un papel en dichos traslados forzosos
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