El primer ministro Benjamín Netanyahu inauguró hoy (lunes 6 de mayo de 2024) el Día de Conmemoración de los Mártires y Héroes del Holocausto con la ceremonia de colocación de ofrenda floral en Yad Vashem. Luego encendió una vela conmemorativa al entrar en la Knesset, donde participó en el programa “Para cada persona hay un nombre”. Leyó los nombres de los miembros de la familia de su suegro, el difunto Shmuel Ben Artzi, todos los cuales perecieron en el Holocausto.
Declaraciones del Primer Ministro Netanyahu en la ceremonia “Para cada persona hay un nombre” [traducido del hebreo]:
“Ayer por la tarde, en la ceremonia conmemorativa en Yad Vashem, dije que la intención de quienes asesinaron, violaron, decapitaron y secuestraron a nuestros seres queridos que todavía están allí y a quienes estamos decididos a rescatar, es la misma intención de los Matones nazis que asesinaron a un tercio de nuestro pueblo. La diferencia es que ahora tenemos soldados heroicos, cientos de los cuales cayeron en un heroísmo sin límites, mientras que otros han resultado heridos.
Los abrazamos a ellos, a las familias de los caídos y de los rehenes, y los llevamos en nuestros corazones. Pero esto no fue un Holocausto porque tenemos esta fuerza defensiva. La verdadera diferencia es que en el Holocausto no tuvimos esto. La magnitud de las matanzas en el Holocausto es increíble. Asciende a 5.000 7 de octubre.
Para cada persona hay un nombre, y muchos tienen familiares que todavía están aquí. Uno de ellos era mi suegro, el difunto Shmuel Ben-Artzi, el padre de mi esposa Sara, quien fue enviado cuando era joven en la década de 1930 por la Yeshivá Novardok para abrir una sucursal en Bnei Brak. Hizo aliá y trabajó como pionero en los huertos. Fue un poeta y autor que ganó el Premio Ka-Tzenik de Literatura sobre el Holocausto. Fue un educador destacado que crió a generaciones de estudiantes. Fue investigador del Tanaj y participó en el primer círculo del Tanaj de David Ben-Gurion. Si no me equivoco, quizás fue el único, o uno de los pocos, que recibió citas tanto del Etzel como de la Haganá. Cuando hizo aliá, su padre se opuso firmemente y lo siguió desde su ciudad de Bilgoraj hasta la estación de tren de Varsovia. Suplicó, le trajo un plato de galletas que le encantaban y trató de persuadirlo de que no hiciera aliá. Shmuel insistió. Se mantuvo en contacto con su familia y les enviaba parte de su salario de los huertos.
Poco después del estallido de la guerra, la conexión se cortó, Shmuel, con sus sentidos agudos, lo entendió, cuando aún no estaba claro. Con alma poética escribió el siguiente poema:
‘Sueño.
Anoche estuve en el pueblo donde nací,
En el paisaje que es querido por mi corazón en su resplandor,
En el pozo de mi infancia todavía brilla un reflejo.
La casa de mi padre sigue en pie.
Los castaños ya están teñidos de rojo.
Así es el otoño en Polonia.
Mi hermano y yo seguimos talando madera, como antes,
En el camino hacia nuestra sucá, llevamos ramas para cubrirla.
El viento persigue una nube por el cielo.
Esta noche la lluvia no se atreverá a llegar.
Llegaremos a casa en un momento.
Decoraremos la sucá a mano tal y como marca la ley.
Nos acercamos a la casa – ¡Gentiles entre nosotros!
Busqué en vano una sucá de paz.
Mi hermano me dejó su carga – ¡y ya no existe!
Allí sola lloré hasta que el sueño terminó.’
Me gustaría leer los nombres de la familia de mi suegro, el difunto Shmuel Ben-Artzi de Bilgoraj en Polonia, que se perdió por completo en el Holocausto:
El abuelo de mi esposa, Moshe Haan, y su esposa Itta Haan. La hermana gemela de mi suegro, Yehudit Haan, de 24 años. Hasta su último día, y creo que fue su último día, a los 97 años, Shmuel lloraba cada vez que la mencionaba. Los hermanos: Meir Dov Haan, 18 años; Shimón Tzvi Haan, 16 años; Aryeh Leib Haan, 13 años; y su hermana menor, Pesla, de 10 años.
Familiares de Bilgioraj: su tío Abraham Tauber, su esposa, su hija y su hijo. Su tía Raquel Tauber y sus tres hijos, Abraham, Jacob y Shlomo, sus esposas y todos sus hijos. Su tía Hinde y su marido Yehezkel. Tía Hendel, su marido y sus hijos. Tía Paula y sus dos hijas.
Familiares de Tarnogrod: El bisabuelo de mi esposa, Ze’ev Wolf Haan. La tía de mi suegro Shmuel, Ma’tel Koenigstein (la hija de Ze’ev Wolf Haan), su hijo Hillel y su hija mayor. El tío: Mendel Haan, su esposa y sus dos hijos.
Que sus recuerdos sean benditos. Que Dios los vengue a ellos y a todos nuestros seis millones de hermanos y hermanas”.
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