“No anticipo, sin duda a corto plazo, cambios significativos en la relación entre el Reino Unido e Israel, porque no creo que los fundamentos de esa relación han cambiado”, declaró Quarrey a un grupo de periodistas israelíes el jueves por la tarde. “Las relaciones con otras naciones de todo el mundo, incluida Israel, serán tan importantes o aún más importantes en el futuro.”
Una gran incertidumbre rodea a la forma en que la salida británica de la UE, o Brexit, se llevará a cabo. Después de la votación, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que renunciará y que dejará a su sucesor llevar a cabo el proceso, pero éste no será elegido hasta finales de septiembre o principios de octubre.
Quarrey cree, sin embargo, que el próximo primer ministro no intentará revocar o ignorar los resultados del referéndum del 23 de junio como muchos expertos (y, de hecho, muchos británicos) han sugerido.
“Las personas han tomado su decisión y la gente decidió que dejaremos la UE”, dijo.
El jueves se supo que la Secretaria del Interior, Theresa May, y su rival, la Ministra de Energía Andrea Leadsom son las dos candidatas que lucharán para convertirse en líder del Partido Conservador, y por lo tanto la próxima Primer Ministra de Gran Bretaña.
Cuando el próximo primer ministro invoque el artículo 50 del tratado de la UE que se ocupa de la retirada de la unión, se dará inicio a un proceso de dos años para Gran Bretaña para renegociar su relación económica con la UE. Al mismo tiempo, se tendrá que renegociar sus relaciones comerciales con países como Israel, que actualmente comercian con el país como miembro de la unión.
Una de las preocupaciones de Israel es lo que sucederá si no tiene un nuevo acuerdo comercial con el Reino Unido cuando el período de dos años haya terminado.
En esa situación, dijo Quarrey, “habrá algún tipo de acuerdo.”
Al igual que otros políticos británicos, Quarrey trató de proyectar una imagen de estabilidad, señalando que todas las cosas que hacen que la economía británica un fuerte permanecen en su lugar.
Pero para las empresas israelíes, 15 de las cuales se reunieron con Quarrey más temprano en el día para calmar sus preocupaciones, la posibilidad de que el Reino Unido ya no servirá como un trampolín hacia la UE podría ser un inconveniente importante.
Hay poca claridad en cuanto a cómo las negociaciones terminarán, o si va a haber un compromiso para permitir el acceso del Reino Unido a el mercado único de la UE.
Fuera de la esfera económica, Quarrey reconoció que el Brexit dejaría a Israel con un fuerte aliado menos dentro de la burocracia europea, pero dijo que Gran Bretaña seguirá siendo un firme amigo.
“Éramos un amigo y socio fuerte antes de que estuviéramos en la UE, durante nuestro tiempo en la UE, y lo seguiremos siendo ahora que hemos salido de la unión”, dijo.
Con el Reino Unido luchando para recoger las piezas después de que el referéndum inesperadamente diera como resultado que el país dejara la Unión Europea, Jerusalem Post le preguntó a Quarrey por su punto de vista sobre las llamadas recientes de la oposición de Israel a celebrar un referéndum sobre la solución de dos estados.
“Creo que es un tema muy importante para que el pueblo de Israel discuta”, respondió con una sonrisa.
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