Edward Mosberg (1926-2022), un reconocido sobreviviente del Holocausto falleció pacíficamente y rodeado de su familia este miércoles 21 de septiembre a los 96 años en Nueva Jersey, Estados Unidos.
Un gran hombre con una historia inimaginablemente difícil, pero que sobrevivió, salió adelante y dejó lecciones importantes en este mundo.
Edward Mosberg nació el 6 de enero de 1926 en Cracovia, Polonia en una familia judía. Sus padres se llamaban Bronislawa y Ludwig y sus hermanas, Halina y Karolina.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, su vida y la de su familia cambiaron drásticamente ya que eventualmente tuvieron que instalarse en un departamento en el gueto de Cracovia.
Edward se encargaba de llevar comida y documentos a su familia en su estadía en el gueto. En 1943 los nazis liquidaron el gueto de Cracovia y su familia fue deportada al campo de concentración Plaszów, ubicado en la misma ciudad de Cracovia.
En Plaszów, Edward fue oficinista y testigo de los actos horribles realizados ahí principalmente por el comandante Amon Goeth, caracterizado por su crueldad y violencia.
En 1944, su hermana y su madre fueron deportadas a Auschwitz, campo de concentración y exterminio.
Edward, con tan solo 18 años, fue deportado unos días después, primero a Auschwitz y luego a Mauthausen, campo de concentración en Austria, uno de los peores campos, donde realizó trabajos de esclavo y siempre estuvo muy cerca de la muerte.
Muy cerca de la liberación, los nazis intentaron matarlo junto a otros prisioneros para que no fueran testigos de sus atrocidades, pero sobrevivió. Sin embargo, casi toda su familia fue asesinada durante la guerra, incluidos sus padres, hermanas y otros.
Después de la liberación, en 1946, regresó a Cracovia y se encontró nuevamente con Goeth, en el juicio de las SS.
Edward se encontró con un antisemitismo fuerte todavía presente en Polonia y se mudó a Bélgica, en donde conoció a otra sobreciciente del Holocausto llamada Cecile y se casó con ella. Edward y Cecile, emigraron a Estados Unidos y tuvieron tres hijos, siete nietos y dos bisnietos.
Después de los horrores que vivió, se convirtió en uno de los mayores promotores de la Marcha de la Vida y fue presidente de honor de la Fundación From The Dephts. Y dedicó sus últimos años a educar sobre el Holocausto hablando en nombre de las víctimas que no pueden ya alzar su voz. Un sobreviviente muy querido y reconocido en Polonia, por unir a los polacos y judíos.
Su labor, su legado y corazón por educar a las generaciones sobre el Holocausto y crear un mundo más pacífico serán para siempre.
Que descanse en paz, y que su memoria sea una bendición.
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