El hallazgo del cuerpo del periodista René Orta en el estado de Morelos (centro), suma hoy un nuevo capítulo a la tragedia que viven los comunicadores mexicanos. De acuerdo con las versiones periodísticas, la familia de Orta lo reportó como desaparecido este sábado. Aseguraron que él departió durante la noche del viernes hasta la madrugada del siguiente día en un establecimiento en el norte de la ciudad, donde se le vio por última vez. El domingo en horas de la tarde fue encontrado su cadáver en la calle Del Hueso, a unos 50 metros de la estación de Grupo Fórmula Morelos de la colonia Buenavista, reporta PL.
Hasta diciembre de 2011, Orta laboró en el diario el Sol de Cuernavaca y en una revista local, y ahora formaba parte de la asociación civil Emprendedores por la Nación, que apoya en Morelos la campaña del candidato presidencial por la alianza Compromiso por México, Enrique Peña Nieto. El gobierno estadual lamentó esta muerte y reiteró su compromiso a favor de la legalidad y justicia para llegar a esclarecer este crimen.
Entretanto, las coordinaciones nacional y morelense de la campaña de Peña Nieto condenaron los hechos de violencia que lastiman a las familias de Morelos, en particular a la del periodista asesinado este fin de semana. Demandamos a las autoridades competentes lleven a cabo una investigación exhaustiva y hasta sus últimas consecuencias, a fin de que este hecho no quede impune y se castigue al o los responsables con todo el peso de la ley, destacaron.
Apenas el jueves pasado el Relator Especial de Naciones Unidas expresó en un comunicado que Veracruz es el estado más peligroso para el ejercicio de la prensa en uno de los países de mayor riesgo a nivel mundial. Frank La Rue, encargado de la promoción y protección de la Libertad de Opinión y Expresión, manifestó su consternación por el reciente asesinato de cuatro comunicadores en ese territorio de la costa este. El informe destaca que el 3 de mayo último se encontraron los cuerpos (con evidencias de tortura) de los reporteros gráficos Guillermo Luna, Gabriel Huge y Esteban Rodríguez en Veracruz.
Unos días antes, el 28 de abril fue asesinada en su hogar, también la entidad veracruzana, la periodista del semanario Proceso, Regina Martínez. Casos que se suman al de otros cuatro registrados en el último año en el mismo estado. El funcionario de la ONU solicitó a las autoridades mexicanas que dé cuenta sobre el avance y conclusiones de las investigaciones acerca de estos hechos, a propósito del informe anual al Consejo de Derechos Humanos en junio que tendrá como eje central libertad de prensa y protección a periodistas en riesgo.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos inició de oficio una pesquisa y señaló que el organismo radicó desde 2005 a la fecha 580 expedientes de queja. Además, notificó en el país 79 homicidios y 14 desapariciones de comunicadores, así como 26 atentados a instalaciones de medios de difusión en el mismo lapso.
El 3 de mayo el gremio de Morelos salió a las calles en solidaridad con sus colegas de Veracruz para exigir: No más violencia contra periodistas; no dispares, soy reportero, no más violencia, todos somos Regina. Ahora otra cinta de luto se ciñe, pero en su territorio. Una reportera afirmó que el peligro de informar en México es cierto. Esas son las muertes que se conocen, otras ni llegan a saberse.
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