El coreano o el chino son idiomas complicados, pero la escritura y la ortografía arabe, con sus diminutos e indistinguibles puntos y símbolos, son tan complejas que el hemisferio derecho del cerebro,durante el aprendizaje del idioma,se sobrecarga y se desconecta. Prof. Zohar Eviatar y Dr. Raphiq Ibrahim de la Universidad de Haifa han publicado estos resultados en su estudio sobre neurosicología e idiomas.
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