El presidente de la DAIA, Julio Schlosser (captura de TV), aclaró ayer, jueves, que “la comunidad judía no apoya” las conversaciones con Irán tendientes a lograr que se presenten ante la Justicia argentina los acusados por el atentado a la AMIA, sino que “espera resultados en un tiempo prudencial”.
“El trabajo del fiscal (especial Alberto) Nisman es brillante, y si le preguntara si queda algo por hacer desde la Justicia para que vengan los iraníes -no tenemos juicio en rebeldía-, me contestaría que hizo todo lo que se podía y ya no puede hacer más”; entonces, “¿con quién me siento a negociar, con Suecia?”, se preguntó en el programa televisivo Código Político, de Julio Blanck y Eduardo van der Kooy, en lo que pareció un aval a la gestión gubernamental.
Pero enseguida el líder comunitario precisó: “No voy a permitir que se negocie la causa, sí que se converse para que los acusados vengan ante la Justica argentina, mientras el fiscal sigue investigando”.
“Si nada surge porque el interlocutor no es válido, habrán intentado algo y habrá que aguzar el ingenio y buscar otros caminos con la colaboración internacional porque no puede ser que uno de los acusados (el ministro de Defensa, Ahmad Vahidi) se pasee libremente por Bolivia y después lo expulsen” sin detenerlo, como ocurrió en 2011, agregó.
Por otra parte, Schlosser aseguró que en las diversas reuniones que tuvo con el canciller Héctor Timerman, éste “nunca barajó” la hipótesis de realizar un juicio en un tercer país, una propuesta planteada años atrás por su antecesor, Rafael Bielsa, y reiterada ante las Naciones Unidas por la presidenta argentina.
Asimismo, ratificó que ignora cuáles serían los “avances” logrados en las conversaciones bilaterales señalados por la Cancillería argentina, que llevaron a la satisfacción de su contraparte iraní.
Más adelante, el líder comunitario sorprendió al admitir que si bien las entidades pueden “decir que murieron empleados de la DAIA y la AMIA y que hubo gente que había ido a enterrar a un familiar, las instituciones tienen los ladrillos puestos de vuelta”.
“Somos víctimas del terrorismo internacional -como todos los argentinos- y querellantes, pero la falta se siente en la mesa familiar”, añadió comprensivo.
“No podemos seguir esperando un error de los acusados sin hacer algo; los judíos somos muy testarudos y no vamos a bajar los brazos porque las víctimas de la AMIA no merecen que esto caiga en el olvido”, finalizó Schlosser.
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