Irán no ha facilitado nueva información que permita despejar las dudas sobre si su programa atómico tiene un objetivo nuclear militar, según un informe publicado en Viena por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
“El Organismo no está en posición de dar garantías creíbles sobre la ausencia de material y actividades nucleares no declaradas y, por tanto, de concluir que todo el material nuclear en Irán es para actividades pacíficas”, reza el documento.
El informe destaca que el Gobierno de Teherán no ha facilitado ninguna explicación que permita clarificar los asuntos pendientes, especialmente los relacionados con estudios sobre el uso de explosivos de alta potencia aplicados a un arma atómica, y algunas otras cuestiones.
En noviembre de 2013, el OIEA e Irán acordaron un plan de trabajo para ir resolviendo de forma escalonada las numerosas dudas acumuladas durante los años en los que Teherán desarrolló un programa atómico clandestino.
El pasado mayo, ambas partes acordaron una serie de medidas prácticas para despejar, entre otras, esas dos cuestiones, sin que hasta la fecha Irán haya aportado información alguna al respecto.
Aunque el OIEA reconoce que este plan de trabajo ha servido para resolver muchas incógnitas sobre el programa atómico iraní, fuentes diplomáticas que siguen de cerca la investigación reconocieron que hay pocos avances en aclarar las dudas relacionadas con esa posible dimensión militar.
“En este momento, el progreso es muy lento, si es que existe”, indicó esa fuente, que pidió no ser identificada.
El OIEA asegura que dispone de información creíble sobre que Irán ha llevado a cabo actividades vinculadas con el desarrollo de una bomba atómica, mientras que Irán arguye que son “meras alegaciones que no merecen consideración”.
En el pasado, responsables iraníes han alegado que los explosivos de alta potencia que investigaba el OIEA, necesarios para una detonación nuclear, eran un material de uso frecuente en la industria petrolífera del país.
La agencia de la ONU que vela por el uso pacífico de la energía atómica requiere de Irán que coopere plenamente en todos los asuntos pendientes, “particularmente en aquellos que levantan preocupación sobre la posible dimensión militar del programa nuclear iraní”.
Se trata de una cooperación que el OIEA define como “esencial y urgente” y cuyo objetivo sería “restaurar la confianza internacional en la naturaleza exclusivamente pacífica del programa nuclear iraní”.
El OIEA sí reconoce en este informe que Irán está cumpliendo su compromiso de no producir uranio enriquecido con una pureza superior al 5 por ciento y que ha seguido eliminando sus reservas de este combustible al 20 por ciento, una concentración desde la que es más fácil el salto técnico para fabricar una bomba atómica.
El informe también explica que el director del OIEA, Yukiya Amano, se reunió el pasado día 7 con el ministro de Exteriores de Irán, Mohammed Javad Zarif, y que ambos insistieron en la importancia de mantener abierto el diálogo.
De hecho, fuentes cercanas al expediente iraní indicaron que es posible que la semana que viene Amano se reúna en la capital austríaca con el viceministro de Exteriores de Irán, Abas Araqchi, para tratar de impulsar la resolución del conflicto.
Por otra parte, el Organismo informó de que ha seguido inspeccionando distintas instalaciones nucleares, aunque Irán sigue negando el acceso a Parchin, una base militar donde algunos servicios de inteligencia sospechan que se realizaron experimentos relacionados con la construcción de armas nucleares.
Se espera que en los próximos días Irán y las grandes potencias se reúnan en Ginebra para continuar la negociación iniciada en noviembre de 2013 para cerrar un acuerdo que permita certificar que Teherán no busca desarrollar un arma nuclear. EFE
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