El ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, amenazaron el miércoles con que si Irán lanza un ataque desde su propio suelo, Israel devolverá el golpe dentro de Irán, en medio de una retórica cada vez más beligerante entre ambos países.
Las advertencias se produjeron después de que el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, dijera que Israel «debe ser castigado y lo será» por el supuesto ataque a un edificio consular iraní en la ciudad siria de Damasco, en el que murieron dos generales entre varios oficiales del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica.
Jamenei dijo que al bombardear una sede de la embajada, Israel «atacó nuestro territorio».
Hablando a las tropas en una batería del sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro en el norte de Israel, Gallant dijo que cualquier ataque contra el país se enfrentaría a una fuerte defensa, antes de una «respuesta poderosa en su territorio.»
«En esta guerra, estamos siendo atacados desde más de un frente… desde diferentes direcciones. Cualquier enemigo que intente atacarnos, se encontrará en primer lugar con una fuerte defensa», dijo Gallant.
«Pero sabremos reaccionar muy rápidamente con una acción ofensiva decisiva contra el territorio de quien ataque el nuestro, esté donde esté, en todo Oriente Próximo», añadió.
«Tenemos esta capacidad», continuó Gallant, afirmando que una posible respuesta israelí sería «muy, muy eficaz, muy poderosa». Una de las cosas en las que hemos destacado a lo largo de los años es que el enemigo nunca sabe qué sorpresas le estamos preparando.»
Anteriormente, Katz publicó en hebreo en su cuenta oficial de la plataforma de medios sociales X que «si Irán ataca desde su territorio, Israel reaccionará y atacará en Irán».
A continuación repitió la misma advertencia en un post en persa y etiquetó la cuenta oficial X de Jamenei.
Irán, que dice querer destruir el Estado judío, ha desarrollado cohetes con un alcance que puede alcanzar cualquier punto de Israel y se ha jactado de su capacidad de ataque.
En una importante escalada de la guerra de Israel contra sus adversarios regionales, presuntos aviones de guerra israelíes bombardearon un edificio en la capital siria el 1 de abril en un ataque en el que, según Irán, murieron siete asesores militares del IRGC en un consulado, uno de los cuales era el principal comandante de Irán en Siria, Mohammad Reza Zahedi.
Jamenei afirmó que el ataque, que arrasó un edificio de cinco plantas adyacente a la embajada iraní en Siria, había hecho caso omiso de los acuerdos internacionales que establecen la inviolabilidad de los locales diplomáticos.
«Los consulados y embajadas de cualquier país son territorio de ese país. Cuando atacan el consulado, es como si atacaran nuestro territorio», dijo en un discurso con motivo del final del mes sagrado musulmán del Ramadán. «El malvado régimen cometió un error y debe ser castigado, y así será», añadió.
La televisión estatal retransmitió en directo las declaraciones de Jamenei. No dio detalles sobre cómo respondería Irán.
El martes, Elaph News, con sede en Londres, citó a un «funcionario de seguridad occidental» anónimo que afirmaba que Israel ha estado llevando a cabo ejercicios de la fuerza aérea en los últimos días que incluyen la preparación para atacar las instalaciones nucleares iraníes y otras infraestructuras clave en caso de que la República Islámica tome represalias por el ataque de Damasco atacando desde su propio territorio.
Sin embargo, fuentes de inteligencia estadounidenses no identificadas dijeron a CNN que es poco probable que Irán ataque directamente a Israel por temor a represalias estadounidenses e israelíes, y en su lugar instará a sus diversos apoderados en la región a lanzar ataques en su nombre en los próximos días.
Una fuente diplomática iraní declaró el miércoles al medio libanés Al-Akhbar, afiliado a Hezbolá, que Irán ha propuesto a Estados Unidos que se abstenga de devolver el golpe a Israel «por el momento» si se produce un alto el fuego en Gaza e Israel no lleva a cabo su prometida ofensiva contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
Los grupos apoyados por Irán han entrado en liza en toda la región en medio de la guerra en curso entre Israel y el grupo terrorista Hamás en la Franja de Gaza. Esto ha incluido el lanzamiento de cohetes desde Líbano por parte del grupo terrorista Hezbolá.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando Hamás dirigió un devastador ataque transfronterizo contra Israel en el que murieron 1.200 personas, en medio de numerosas atrocidades. Israel respondió con una campaña militar para destruir a Hamás y liberar a los 253 rehenes secuestrados durante el ataque y llevados a Gaza.
Las negociaciones a través de mediadores para lograr al menos un alto el fuego temporal en Gaza que incluya la liberación de los rehenes no han fructificado hasta ahora.
La fuente diplomática dijo a Al-Akhbar que Irán y Estados Unidos habían intercambiado mensajes tras el ataque de Damasco a través de Omán, que durante años ha actuado como intermediario para los dos enemigos.
Según la fuente, Irán consideró que Israel estaba intentando evitar complicaciones en la campaña de Gaza tratando de arrastrar a Estados Unidos a un conflicto directo con Teherán. Irán pidió a EE.UU. que no se implicara si respondía contra Israel, mientras que EE.UU. pidió a Teherán que no se vengara atacando objetivos estadounidenses en la región, dijo la fuente.
Irán busca condiciones encaminadas a «limitar la expansión del alcance de la guerra en la región» y a mantener a EE.UU. fuera del conflicto, dijo la fuente.
Hasta el momento, no ha habido respuesta a la propuesta, dijo la fuente.
Jamenei ha encabezado a los funcionarios iraníes en una sucesión de promesas de vengar el ataque de Damasco. Hezbolá también ha prometido responder, ya que al parecer uno de sus miembros también murió en el ataque.
Uno de los principales asesores de Jamenei, Yahya Rahim Safavi, advirtió el domingo de que las embajadas israelíes «ya no eran seguras».
El mismo día, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que Israel estaba preparado para responder a cualquier ataque de la República Islámica y que había «completado los preparativos para una respuesta contra cualquier escenario que se desarrollara contra Irán.»
Israel dijo la semana pasada que estaba reforzando sus defensas y pausando la salida de unidades de combate tras las amenazas de represalia de Irán.
Irán no reconoce a Israel, y ambos países mantienen una guerra en la sombra desde hace años.
Irán acusa a Israel de estar detrás de una oleada de ataques de sabotaje y asesinatos contra su programa nuclear. Teherán insiste en que el programa no está destinado a producir un arma,
Israel, Estados Unidos y sus aliados occidentales afirman que Irán está enriqueciendo uranio hasta niveles de pureza que carecen de uso civil y lo sitúan en el umbral de producir un arma nuclear.
Al día siguiente del asalto de Hamás del 7 de octubre, Hezbolá, apoderado de Irán, comenzó a atacar a lo largo de la frontera con Israel diciendo que actuaba en apoyo de Gaza. La violencia mortal se ha intensificado, e Israel ha respondido al lanzamiento casi diario de cohetes atacando instalaciones de Hezbolá en Líbano y, supuestamente, también en Siria. La espiral de enfrentamientos ha hecho temer que estalle una guerra a gran escala que sería devastadora tanto para Israel como para Líbano.
Mientras tanto, grupos iraquíes han disparado contra fuerzas estadounidenses en Siria e Irak y los houthis de Yemen han atacado la navegación en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
Jamenei criticó a Occidente, en particular a Estados Unidos y Gran Bretaña, por apoyar a Israel en su guerra contra Hamás en Gaza.
«Se esperaba que impidieran (a Israel) este desastre. No lo han hecho. Los gobiernos occidentales no cumplieron con su deber», afirmó.
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