En un avance de desarrollo, la compañía Israelí Vaxil BioTherapeutics ha formulado una vacuna terapéutica contra el cáncer, siendo ahora probada clínicamente en el Centro Médico Universitario Hadassah en Jerusalém. Si todo sale bien, la vacuna estaría disponible dentro de unos seis años, y sería administrada regularmente no sólo para ayudar a trata el cáncer sino también para evitar que recurra la enfermedad.
La vacuna está siendo probada contra un tipo de cáncer en la sangre llamada múltiple myeloma. Si la sustancia actúa como se espera, (y todo apunta a que sí lo haga), su plataforma tecnológica VaxHit puede ser aplicada al 90 % de todos los cánceres conocidos, incluídos el de próstata y del seno, tumores sólidos y no sólidos.
“En el cáncer, el cuerpo sabe que algo no anda muy bien pero el sistema inmune no sabe cómo protegerse contra el tumor como lo hace contra una infección o un virus. Esto es porque las células cancerígenas son las propias células del cuerpo que no están funcionando”, dice Julián Levy, el dueño de la compaía. “Además de eso, un paciente con cáncer tiene el sistema inmune depresivo, causado tanto por la enfermedad como por el tratamiento”.
El truco está en activar un sistema inmune comprometido para que se movilice contra la amenza.
Una vacuna funciona como una droga.
Una vacuna tradicional ayuda a que el sistema inmune del cuerpo rechace invasores extraños como bacterias o viruses, y es administrada a personas que todavía no tienen la enfermedad. Vacunas terapéuticas, como una que ha desarrollado Vaxil, se le da a personas enfermas, y funcionan más como una droga.
El producto líder de Vaxil, ImMucin, activa al sistema inmune por medio de “entrenar” a las células T (las células inmunes que protegen al cuerpo buscando y destruyendo células que muestren una molécula específica llamada MUC1). MUC1 se encuentra generalmente en las células cancerígenas y no en células sanas. Las células T no atacan ninguna célula sin MUC1, o sea, que no tiene efectos secundarios como los tratamientos cancerígenos tradicionales. Más del 90% de los diferentes tipos de cáncer tienen el MUC1 en sus células, lo que indica el potencial para esta vacuna.
“Es realmente una cosa muy grande”, dice Levy. “Si se recurre a la quimioterapia, aparte de los terribles efectos secundarios que tienen, lo que sucede generalmente es que el cáncer se vuelve unmune a él. Al tumor le gusta mutarse y desarrolla una habilidad para esconderse del tratamiento. Nuestras vacunas también están diseñadas para sobrellevar este problema”.
Para un cáncer avanzado, los tratamientos como la quimioterapia e intervenciones quirúrgicas para remover gran parte del tumor, aún se van a precisar, pero el cáncer puede reducirse bastante, y el cuerpo puede lidiar con él, explica Levy. InMucin es una estrategia a largo plazo, una aplicación cada un par de meses, sin efectos secundarios, para frenar a que el cáncer reocurra luego de los tratamientos iniciales, asegurando a que el propio sistema inmune del paciente mantenga todo bajo control.
Paralelamente, la compañía también está trabajando en una vacuna que trata la tuberculosis.
Vaxil fue fundada en el 2006 por Dr. Lior Carmon, empresario biotecnológico con un doctorado en inmunología del Insituto de Ciencias Weizmann en Rejovot.
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