El Viceprimer ministro y ministro de Asuntos Estratégicos Moshé Yaalón afirmó que Irán y Hezbollah, detrás de las bambalinas, promueven una disputa por la frontera marítima con Israel.
Yaalón precisó que Irán y Hezbollah están tratando de crear deliberadamente una nueva fuente de tensión con el Estado Judío.
“Hemos firmado un acuerdo con Chipre que se ajusta al acuerdo que firmó este último país con el Líbano”, precisó Yaalón. “Cuando anunciamos acerca de nuestras exploraciones de gas, los iraníes y Hezbollah decidieron que ésta sería una buena excusa para otro conflicto contra nosotros”.
Entonces, “ellos resolvieron trazar una nueva frontera marítima al sur de la línea que habían acordado en conversaciones entre Líbano y Chipre, y que básicamente entran en nuestro territorio”, puntualizó Yaalón. “Esto fue hecho premeditadamente para crear un conflicto con nosotros, al igual que las Granjas Sheba [en el Golán]”.
En la reunión de Gabinete, el Gobierno aprobó enviar en los próximos días a las Naciones Unidas la propuesta israelí para demarcar la frontera marítima norte del Estado de Israel. Se trata del área, en la que el estado se guarda los derechos económicos, incluidos los de la explotación de los recursos submarinos.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, subrayó durante el encuentro con sus ministros que “la frontera marítima que el Líbano ha enviado a las Naciones Unidas es significantemente mucho más al sur de la frontera, tal como Israel la concibe”.
Netanyahu precisó que “la línea libanesa contradice el acuerdo sellado entre Chipre e Israel y con el tratado firmado por el propio Líbano con el estado chipriota. Estamos trabajando en la demarcación de las fronteras de acuerdo con la ley marítima internacional”.
Según el periódico Haaretz, la administración de Estados Unidos apoya la posición libanesa. Sin embargo, la versión del rotativo ha sido desmentida por el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman.
La demarcación de las fronteras marítimas tiene implicaciones a largo plazo para los pozos de gas y petróleo, que se piensa que subyacen bajo la plataforma submarina y que tendrían un valor de miles de millones de dólares y estarían ubicadas bajo el territorio disputado del Mediterráneo.
Sin embargo, la propuesta libanesa no incluye a las grandes reservas subterráneas de gas de Tamar y Leviathan, operados por la empresa israelí Delek Energy y estadounidense Noble Energy.
La frontera marítima se divide en dos partes: una línea a 12 millas marinas de la costa, dentro de la cual Israel se reserva la soberanía absoluta y una distancia de más de 100 millas marinas designadas como “área económica”.
Israel rechaza las conversaciones indirectas a través de las Naciones Unidas para resolver las diferencias territoriales. En cambio, llama al Líbano a comenzar negociaciones directas sobre todas las disputas de frontera, no sólo las marítimas.
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