En medio del conflictivo clima que se vive en Oriente Medio por la guerra fría que llevan adelante potencias regionales, el gobierno de Israel le propuso a los países árabes, especialmente a Arabia Saudita, una alianza militar contra Irán, a quien considera un país terrorista..
“La mejor noticia en Oriente Medio es que por primera vez” un estado “sunnita moderado”, en referencia a Arabia Saudita, “entiende que su mayor amenaza no es Israel, sino Irán y sus asociados”, señaló el ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), dedicada a los enfrentamientos en Oriente Medio.
El ministro israelí, uno de los más conservadores del gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu, sostuvo que en la actualidad se dan las condiciones para “crear una coalición de los moderados contra los radicales” de Teherán, ya que la región ya no está dividida por religiones.
“Es hora de crear oficialmente una alianza formal, una coalición de todas las fuerzas moderadas en Cercano Oriente contra el terrorismo”, reclamó. “Creo que los Estados árabes moderados necesitan a Israel para sobrevivir más de lo que Israel los necesita a ellos. No debería tratarse sólo de una alianza informal”, agregó Liberman, apuntando a crear una especie de OTAN regional.
Después de acusar a Teherán de seguir brindando “mayor apoyo estatal al terrorismo”, el ministro israelí señaló que hace falta una combinación de “presión económica” y “política muy dura” para doblegar a los iraníes, así como la implementación de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Lo que no explicó Liberman es cómo se resolvería el conflictivo tema de los palestinos, algo que la monarquía de Arabia Saudita y de otros países árabes vienen reclamando. Sólo dijo que está a favor de la solución de los dos Estados (uno palestino y otro israelí), pero con una clara condición, un “intercambio de poblaciones”.
La llamativa propuesta de Israel de crear una alianza con los árabes se produjo luego de que el ministro de Exteriores de Arabia Saudita, Adel al Yubeir, rechazara la propuesta de Irán de iniciar un diálogo para solucionar el conflicto que mantienen ambas potencias. Therán, dijo Al Yubeir, “es parte del problema y no de la solución” en Oriente Medio, lo que abortó cualquier acercamiento.
Arabia Saudita, musulmán sunnita, mantiene una fuerte disputa con Irán (shiíta) por la hegemonía en Oriente Medio. Esto se refleja en Siria por ejemplo, donde Teherán apoya al régimen de Bashar al Assad, y Riad a las milicias opositoras.
Inclusive trascendió, según servicios de Inteligencia occidentales, que los combatientes del ISIS recibieron apoyo financiero y militar de los sauditas, que así buscaban debilitar a Assad. Irán, firme socio del líder sirio, envió sus tropas de elite para combatir a los rebeldes opositores.
Lo yihadistas del ISIS, que cometieron todo tipo de atrocidades contra múltiples comunidades regionales, nunca atacaron a Israel.
Al trascender estas declaraciones, el gobierno iraní salió al cruce inmediatamente. El vocero del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemi, denunció que la postura común de Israel y Arabia Saudita contra su país pretende “provocar un ambiente internacional hostil contra Irán”.
Es más, aseguró que esos dos países buscan de esta forma “compensar sus fracasos y derrotas en la región”, en referencia al éxito de las tropas sirias e iraníes contra los rebeldes en Siria.
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