El gobierno quiere que el nuevo satélite sea construido por la industria israelí para preservar el conocimiento único adquirido durante décadas.
El gabinete de seguridad y defensa decidió ayer que la Industria Aeroespacial de Israel (IAI) construya el satélite Amos 8 para ayudar al gobierno apoyando su industria espacial.
El año pasado se tomó la decisión de producir y desarrollar el satélite Amos 8 en la planta terrestre de desarrollo espacial de la IAI.
El costo de desarrollar el Amos 8 es de 220 millones de dólares, según confirmó Spacecom.
En los últimos meses Spacecom frenó la emisión de bonos para financiar el acuerdo. La industria espacial mencionó que sucedió por el anuncio de la construcción de un satélite propio a manos del gobierno israelí, fabricado por su industria local.
El nuevo satélite será construido por IAI para cuidar el conocimiento que se adquirió en los últimos años tras la recomendación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Altos cargos de la IAI explicaron durante los últimos dos años que era necesaria la adquisición de un nuevo satélite para no cerrar su actividad en materia de comunicación.
En septiembre de 2016 un satélite (Amos 6) sufrió una falla técnica cuando iba a ser lanzado y explotó causando una crisis en la industria de los satélites de comunicaciones de Israel.
El cohete que sufrió la explosión había sido fabricado por SpaceX, a cargo del millonario Elon Musk.
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