El sur de Tel-Aviv, donde se concentran centenares de africanos demandantes de asilo o inmigrantes, fue escenario de graves ataques racistas la noche del miércoles. Unas mil personas salieron a la calle, en el barrio de Hatikva, para pedir la expulsión de los africanos. “El pueblo quiere que deporten a los sudaneses”, “que los infiltrados se vayan de nuestra casa”, “esto no es África”, gritaban los manifestantes, que insultaron a africanos, los golpearon, rompieron los cristales de sus coches y arrasaron un colmado. Incluso obligaron a bajar a los pasajeros de un taxi compartido para comprobar si había africanos entre ellos. Una persona resultó herida y 17 fueron arrestadas.
En la protesta participaron miembros del Likud, el partido del primer ministro israelí, Binyiamin Netanyahu. “Los sudaneses son un cáncer en nuestro cuerpo”, afirmó Miri Regev, diputado del Parlamento israelí por el Likud.
“A nosotros no nos atacaron, pero un grupo de gente nos gritó que volvamos a nuestro país”, explicó a EL PERIÓDICO Adem, un sudanés de Darfur que llegó a Tel-Aviv el 13 de mayo, después de cruzar el Sinaí con un contrabandista al que pagó 500 dólares. Adem huyó de Darfur porque “la situación allí es muy peligrosa”, y desde que llegó vive en el parque Levinsky, cerca de la estación central de autobuses.
Sudaneses y eritreos
Tel-Aviv es la ciudad israelí donde hay más africanos, la mayoría sudaneses y eritreos. Algunos llevan meses durmiendo en el parque. Los vecinos de los barrios donde se concentran aseguran que la delincuencia se ha disparado “por culpa de los inmigrantes”, según una señora. Los africanos insisten que solo quieren “trabajar y vivir en paz” y no temen los ataques racistas porque “los exaltados son una minoría”, indica Yusuf, de Darfur. Lo que les da miedo es que los expulsen.
Esta semana, el ministro del Interior israelí, Eli Yishai, ha instado a echar a los solicitantes de asilo y Netanyahu subrayó ayer que “pronto solucionaremos el problema”. El fiscal generalYehuda Weinstein argumentará en el Tribunal de Distrito de Jerusalén que no hay obstáculo legal para expulsar a los sudaneses, ya que “no corren peligro de muerte” en su país.
ADL CALLS FOR CALM, URGES GOVERNMENT ACTION IN AFTERMATH OF VIOLENCE AGAINST AFRICAN MIGRANTS IN ISRAEL
New York, NY, May 24, 2012 … The Anti-Defamation League (ADL) today expressed serious concern about the growing tensions in Israel over the issue of African migrants, the reported incidents of lawlessness and violence committed by and directed against the migrants, and the inflammatory rhetoric being expressed by some politicians. ADL called for all parties “to work to calm the tensions,” and welcomed the statement by Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu condemning the rhetoric and violence and pledging to work for a solution.
Abraham H. Foxman, ADL National Director, issued the following statement:
We are seriously concerned about the growing tensions in Israel over the issue of African migrants, and reports of lawlessness and violence committed by and directed against the migrants. We call on all parties to work to calm the tensions, and welcome Prime Minister Netanyahu’s condemnation of the inflammatory comments and the violence and his commitment to resolving this crisis responsibly.
While we recognize the complexity involved in properly addressing this issue, and sympathize with Israeli citizens whose personal security has been compromised by the lawlessness and violence of some migrants, we are disturbed by inflammatory public statements made by certain Israeli officials, some of which has veered into racism. These statements are counterproductive and only serve to further inflame tensions.
The role of Israeli law enforcement officials is vital in ensuring the safety of all, controlling lawlessness and violence and enforcing the rule of law.
It is imperative that reasonable solutions be found to confront these challenges, one that humanly treats the migrants while ensuring the security concerns of Israeli citizens are properly addressed.
The Anti-Defamation League, founded in 1913, is the world’s leading organization fighting anti-Semitism through programs and services that counteract hatred, prejudice and bigotry.