El primer ministro israelí y líder del partido Likud, Binyamín Netanyahu, aparece por el momento como el único candidato para ganar la próximas elecciones que se llevarán a cabo el 4 de septiembre.
Según un sondeo realizado por «Haaretz-Dialog», 48% de los encuestados considera que Netanyahu es el líder más apropiado para dirigir la jefatura del Estado. En todas las variantes revisadas, el actual primer ministro vencería a cualquiera de sus rivales.
A una gran distancia del mandatario, se encuentran Shelly Yachimovich, líder del Partido Laborista, con el 15% de los encuestados, el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, de Israel Beiteinu (9%), y cierra la lista el único que en realidad presentó su candidatura como alternativa a Netanyahu, Shaul Mofaz de Kadima, con sólo el 6%. Según la encuesta, el porcentaje de preferencia por Netanyahu es mayor que el de todos sus rivales juntos.
Esta cifra, así como la previsión de los escaños en la Knéset del Likud – alrededor de 30 bancas en todas las encuestas – muestra que Netanyahu estaba en lo cierto cuando decidió adelantar los comicios tan pronto como fuera posible. El mandatario no estaba dispuesto a soportar otra protesta social durante todo el verano..
Netanyahu quería una elección a mediados de agosto, pero sabía que esa no era una posibilidad real. No obstante, los comicios se realizarán el 4 de septiembre, inmediatamente después de que casi todo Israel se encuentra de vacaciones dentro o fuera del país.
La próxima semana la 18ª Knéset se dispersará. La 19ª Knéset comenzará a funcionar inmediatamente después de la fiesta Sucot, y, presumiblemente, también en esa fecha se formará el nuevo gobierno.
El apoyo a Shaul Mofaz, a pesar de su récord como ex jefe del Estado Mayor del Ejército y como ministro de Defensa, es, por ahora, insignificante. La diputada laborista Shelly Yachimovich, quien hasta hoy no se desempeño en ningún cargo ministerial, logra reunir un porcentaje casi tres veces mayor que el nuevo líder de Kadima.
En lo que respecta a la distribución de bancas en la Knéset, la tendencia muestra que Yachimovich basifica su condición de ser la facción más importante en el ala centro – izquierda. Kadima disputará el segundo lugar con el nuevo partido de Yair Lapid.
La cuestión de la idoneidad para el cargo de primer ministro no es lo único que debe causar satisfacción a Netanyahu, en vísperas de la campaña electoral. La encuesta revisó la relación del público a los duros comentarios del ex jefe del Shin Bet, Yuval Diskin, quien afirmó que no confiaba en que Netanyahu y Barak podrían tomar decisiones sobre el programa nuclear iraní, califcándolos de «líderes mesiánicos».
Según las respuestas, la mayoría de los interrogados rechazó las impresiones de Diskin. El sondeo determina que el 51% de los encuestados no está de acuerdo con él, mientras que el 25% que piensa que tiene razón. Netanyahu y Barak pueden ver en este dato una señal de apoyo para continuar con su política sobre Irán.
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