Isabi Goni dice que las azotaban si se negaban a casarse y las obligaban a convertirse al islam. Mil días bajo cautiverio llevan otras 200 menores nigerianas.
“Yo había perdido la esperanza de regresar a mi hogar”.
Ella es Isabi Goni, durante dos años padeció todo tipo de vejámenes en cautiverio, pero la vida le dio la fortuna de poder regresar a su hogar y narrar su tragedia.
“Al principio comíamos bien. Luego, no había suficiente alimento y ahí empezamos a sufrir”.
“Querían casarnos, y para obligarnos nos azotaban”.
El grupo terrorista trata de frenar lo que han denominado la “occidentalización” de su cultura y “proteger el islam”.
“Nos decían que quienes se rehusaran a convertirse al islam permanecerían con ellos y quienes acataran podrían volver a casa. Muchas estuvimos de acuerdo y fue entonces cuando comenzamos a usar el hiyab”.
En cautiverio eran adoctrinadas y muchas esclavizadas sexualmente.
Ellos nos decían que no nos dejarían ir y todas pensábamos que el mundo se había olvidado de nosotras.
Pero en octubre de 2016, tras 2 años de secuestro, se encendió una luz de esperanza para 21 de estas niñas. Les anunciaron que serían liberadas.
Y mientras 21 familias celebraban, otras cientos aún ruegan por tener de vuelta a sus niñas, muchas convertidas ya en mujeres.
Todo lo que no sea ‘trabajo creativo’ es una atrocidad… y sólo hay creatividad en un ámbito de felicidad compartida… ¿verdad?