El audiovisual “Different Trains”, de la artista Beatriz Caravaggio, muestra a través de tres pantallas una contraposición entre la vida de un judío en los años cuarenta en Estados Unidos y la de otro en la Europa de la Segunda Guerra Mundial, mediante secuencias en las que se observa trenes.
Esa contraposición plasma una diferencia entre los distintos usos del medio ferroviario en EE.UU y en Europa, una situación que permite observar un contrapunto entre los vagones diseñados para personas utilizados en los viajes por el territorio americano, frente a los vagones para ganado empleados en los desplazamientos de los judíos hacia los campos de concentración nazis.
“He utilizado películas de trenes americanos de los años treinta y cuarenta rodadas por las propias compañías ferroviarias, junto a la presencia humana que forman un tránsito entre los profesionales y los viajeros, hasta los andenes de un campo de tránsito lleno de prisioneros judíos”, ha explicado hoy Beatriz Carvaggio.
El tren es el elemento referencial de la obra porque a partir de este medio de transporte, capturado tanto en EE.UU como en Europa, se elabora una narrativa que tiene como hilo conductor el destino final del viaje, sus protagonistas y los mecanismos empleados para este fin, una ciudad en el primer caso y en el segundo un campo de exterminio.
La obra se estructura en tres secuencias principales a lo largo de veintisiete minutos, donde en una de ellas, en el primer movimiento titulado “América – Antes de la Guerra” se puede observar imágenes del desplazamiento de ferrocarriles estadounidenses sobre este territorio junto a música y la voz de varios personajes.
El segundo movimiento “Europa – Durante la guerra” representa una secuencia de imágenes sobre la deportación de los judíos, los campos de exterminio, y su posterior liberación, junto a las voces de tres supervivientes que pronuncian frases acerca de sus experiencias.
“Después de la guerra” es el tercer movimiento de la obra en el que se visualiza imágenes de los supervivientes del holocausto de camino hacia sus otras vidas, junto a voces de los mismos en los que se escucha “la guerra ha terminado…¿estás seguro?”.
El resultado de la obra supone una pieza cinematográfica sincronizada con la interpretación musical del artista Kronos Quarter, que dota al vídeo de una nueva vida visual enriquecida con el material de archivo de época, el montaje a tres pantallas, las voces de los testigos y los paisajes por los que circulan los trenes.
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