Con la captura del presunto terrorista de Hezbolá, Muhamad Amadar, la Policía Nacional del Perú (PNP) evitó que Lima se convierta en escenario de atentados de esa organización islamista libanesa contra instituciones vinculadas a la comunidad judía, tal como ocurrió años atrás en Argentina, según revelaron fuentes a EXPRESO.
Sin embargo, pese al riesgo que supone tenerlo nuevamente en las calles, diversos factores podrían hacer que el sospechoso obtenga su libertad en los próximos días.
En efecto, la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) cuenta con información que confirma los planes de Hezbolá referidos a atacar varios “objetivos” en diversos puntos de nuestra capital, como un colegio promovido por la Asociación Judía del Perú, ubicado en San Isidro.
Las intenciones del grupo subversivo fueron corroboradas por las investigaciones del Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales (Mossad), el cual mantiene estrecha colaboración con la Policía peruana, y ha confirmado que la célula a la que pertenecería Amadar cuenta con militantes activos en otros países de Sudamérica.
Las fuentes recordaron que Amadar fue sometido a un paciente seguimiento desde el pasado 8 julio, cuando llegó procedente de Sao Paulo (Brasil). Ese mismo día, su esposa, la peruana nacionalizada estadounidense Carmen Carrión Vela, llegó a Lima de Miami (Estados Unidos). Ambos se encontraron en el aeropuerto internacional Jorge Chávez.
Tras reunir todos los indicios que revelaban el peligro que acarreaba la presencia del presunto terrorista en nuestra capital, la Policía lo intervino el martes 28 de octubre, en Surquillo.
Sin intérprete
Pero el peligro está en que la investigación de la Dircote no puede avanzar de acuerdo a lo planificado, pues pese a todos los elementos acopiados, ya ha transcurrido más de una semana y aún no se puede obtener la manifestación del detenido. ¿El motivo? El Ministerio de Relaciones Exteriores aún no designa a un intérprete de habla inglesa –idioma que domina Amadar– para los interrogatorios.
A esto se suma las dificultades que atraviesa la Dirección de Criminalística de la PNP, que no cuenta con los reactivos para realizar análisis de las sustancias químicas halladas en la casa donde se detuvo al presunto terrorista, en Surquillo.
Si vencido el plazo de 15 días para retenerlo no se le ha podido interrogar ni acopiado pruebas suficientes para que el juez ordene la extensión del mandato de detención, Amaral podría presentar un hábeas corpus y debería ser liberado.
Otro aspecto que ha dificultado la labor policial es la búsqueda de protagonismo de parte un alto oficial de la Dircote, quien reveló información reservada que fue publicada por un diario local, lo que puso en alerta a otros miembros de ese grupo terrorista que habrían llegado a nuestro país.
Se supo que el ciudadano de origen libanés se encuentra en un calabozo especial de la Dircote, bajo vigilancia las 24 horas, y solo el grupo encargado de la investigación lo puede sacar de la celda para sus necesidades básicas. Ninguna persona, nacional o extranjera, ha solicitado visitarlo.
Fiscalía investiga
El Ministerio Público abrió investigación al grupo operativo encargado de la detención de Muhamad Amadar por la “filtración” de información reservada. El delito por el que se les acusa a los policías encargados del caso es Contra la Administración de Justicia.
Asimismo, la Inspectoría General inició una investigación administrativa-disciplinaria por ese motivo. Además de la sanción disciplinaria, los comprometidos serían denunciados ante el Consejo Supremo de Justicia Militar Policial.
“Pudo planificar ataque contra niños”
El experto en temas de terrorismo internacional Jorge Serrano Torres afirmó que los miembros de grupos como Hezbolá no tienen ningún empacho en realizar atentados en lugares donde hay niños para tener mayor impacto a nivel mediático, lo que podría haber estado planificando el presunto terrorista capturado hace unos días en Surquillo.
Según manifestaron fuentes policiales a EXPRESO, el objetivo del libanés Muhamad Amadar habría sido un colegio de la Asociación Judía en nuestro país. El Centro Wiesenthal, organización judía de derechos humanos, señaló hace unos días en una carta de agradecimiento al ministro del Interior, Daniel Urresti, que existía la sospecha de un ataque a instituciones de la comunidad judía o la propia Embajada de Israel en el Perú.
El especialista refiere que el fanatismo de estos grupos los lleva a golpear en los lugares como sedes diplomáticas o aquellos donde haya seres inocentes. “Esos son los blancos que les permitirían tener un mayor impacto, uno a nivel internacional y otro a nivel de la opinión pública”, dijo Serrano.
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