Un proyecto de ley que permite al gobierno deportar a familiares de terroristas convictos pasa la lectura preliminar en el pleno de la Knesset.
El proyecto, patrocinado por el parlamentario Almog Cohen, del partido de derecha Otzma Yehudit, le permite al ministro del Interior ordenar la deportación de los miembros de la familia que tenían conocimiento previo de un ataque planeado o que posteriormente expresaron su apoyo a las acciones de su familiar.
«La única preocupación de los terroristas suicidas es qué pasaría con sus familias después del ataque», dicen las notas explicativas del proyecto de ley, afirmando que «deportar a las familias de los terroristas salvará las vidas de ciudadanos israelíes».
Durante la votación, el parlamentario de Ra’am (Lista Árabe Unida), Waleed Taha, así como los legisladores de Hadash-Ta’al Ahmad Tibi, Youssef Atauna y Ofer Cassif, abandonaron el pleno en protesta.
Asimismo, a cuatro meses de la masacre del 7 de octubre, familiares de asesinados en el festival de música Supernova marcharon el miércoles hacia la Knesset para recordar a sus seres queridos.
Vestidos de negro, portando fotografías de los asistentes a la fiesta asesinados y banderas israelíes, cientos de dolientes subieron en silencio la colina que conduce al complejo de la Knesset. Cuando llegaron a la plaza situada frente al edificio llenaron el espacio de fotografías y ramos de flores.
La masacre del festival de música formó parte del asalto perpetrado por unos 3.000 terroristas en la mañana del 7 de octubre, cuando irrumpieron a través de la frontera de Gaza, matando a unas 1.200 personas, la mayoría civiles, y tomando 253 rehenes.
Un puñado de miembros de la Knesset causó revuelo cuando salió a saludar a los dolientes reunidos frente al edificio. Los organizadores recalcaron que los legisladores no habían sido invitados y que la marcha no pretendía ser política.
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