Un abogado pidió a la Galería Nacional de Arte de Victoria, en Australia, que devuelva el cuadro “Cabeza de hombre”, atribuido a Vincent Van Gogh, por formar parte supuestamente de un botín de los nazis.
El lienzo fue centro de una polémica en 2006 acerca de su autoría, después que una pinacoteca de Edimburgo (Escocia) denunciara que no era del pintor holandés, lo que fue admitido un año después por la galería australiana que lo valoraba en 20 millones de dólares.
El abogado suizo Olaf Ossman asegura que “Cabeza de hombre” sí fue pintado por Van Gogh y perteneció al fallecido industrial judío Richard Semmel, quien se vio obligado a vender la pintura cuando tuvo que huir de Berlín por la persecución nazi.
“El señor Semmel perdió la mayor parte de su colección en subastas que se realizaron en Amsterdam en 1933”, dijo el letrado a la cadena local ABC.
El cuadro fechado en 1880 fue comprado en una de esas subastas por un empresario y “cambió de manos en dos oportunidades antes de terminar en Australia” en 1940, agregó el abogado.
Las herederas de Semmel son dos hermanas, residentes en Sudáfrica y nietas de un amigo de la familia que cuidó del industrial en sus últimos años de vida en Nueva York.
Las dos mujeres han presentado varias demandas para recuperar el patrimonio de Semmel.
“Para ellas es extremadamente importante restablecer su reputación y la historia de la familia”, dijo Ossmann quien, más allá de la autoría justifica el reclamo del cuadro porque “formó parte de la colección Semmel”.
La Galería analizará la petición de Ossman y de probarse que fue confiscado o vendido durante la ocupación nazi devolvería la obra de arte probablemente hecha en París por un discípulo desconocido del gran pintor holandés. EFE
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