El sábado 7 de octubre, en un acto de guerra y barbarie, más de 1,000 terroristas de Hamas se infiltraron en territorio israelí por tierra, mar y aire, avanzando hacia comunidades israelíes cerca de la Franja de Gaza. Todo esto mientras se lanzaba un fuego indiscriminado, con más de 6,600 cohetes y misiles hasta el momento, dirigidos a ciudades y pueblos en el sur, el centro del país y Jerusalén, con la intención de maximizar el daño a civiles.
Lamentablemente, hasta el momento, más de 1,400 personas han perdido la vida en Israel y más de 3,500 han resultado heridas en diversos grados. También se informa que más de 120 personas están clasificadas como desaparecidas o cautivas después de ser secuestradas y llevadas a Gaza. Hamas ha decidido lanzar, sin ningún pretexto legítimo o provocación previa por parte de Israel, los ataques con la mayor cantidad de judíos asesinados en un solo día desde el Holocausto. Entre las víctimas, aproximadamente 152 de los asesinados y 141 de los desaparecidos tienen ciudadanía extranjera (incluyendo doble ciudadanía).
Como resultado de estos actos barbáricos e inhumanos, que componen una salvaje campaña de crímenes de guerra y pogromos contra los judíos, Israel está en una operación militar dirigida contra las organizaciones terroristas en Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel están trabajando incansablemente para proteger a los civiles israelíes en todos los frentes. Israel no está en contra de los palestinos, sino que está combatiendo a las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza, las cuales evocan los mismos métodos del Estado Islámico (ISIS). Hamas es equiparable a ISIS en su naturaleza, ideología, brutalidad y violencia.
Asimismo, Hamas comete un doble crimen de guerra: atacar a civiles israelíes mientras utiliza a los residentes de la Franja de Gaza como escudos humanos. No puede haber comparación. No existe equivalencia entre quienes atacan a civiles inocentes y aquellos que se defienden de estos actos barbáricos. De igual forma, en consonancia con el derecho internacional, Israel se compromete a emplear todos los recursos a su alcance para minimizar los daños civiles y preservar la seguridad de la población inocente.
Israel actuará con determinación para liberar a todas las personas (niños, mujeres y ancianos) que fueron secuestradas y tomadas como rehenes en la Franja de Gaza, al tiempo que seguirá dañando gravemente la infraestructura terrorista, garantizando que ningún grupo terrorista en Gaza pueda dañar a los ciudadanos israelíes nuevamente. Al respecto, se han atacado miles de objetivos terroristas dentro de la Franja de Gaza, incluyendo túneles de ataque, sitios de lanzamiento de cohetes, centros de mando y control, e infraestructura terrorista.
Hamas no habría podido llevar a cabo este ataque terrorista sin el financiamiento, apoyo logístico y armamento que recibió de Irán, quien tiene una responsabilidad directa por las capacidades de Hamas, y por lo tanto, también tiene responsabilidad por el uso que hace Hamas de estas capacidades.
Además, en los últimos días, Hezbollah, que es otro brazo terrorista del régimen iraní en Líbano, asumió la responsabilidad de más de diez ataques contra Israel hasta el momento, incluyendo el lanzamiento de misiles antitanque y morteros, así como intentos de infiltración de terroristas en la frontera norte.
Este claro intento de Irán y Hamas de entorpecer los procesos de normalización entre Israel y el mundo árabe, debe ser frustrado. Hamas no sólo ha atacado al Estado de Israel y su gente, sino al mundo civilizado en su totalidad, comprometido en proteger las libertades y garantías individuales, en respetar las normas internacionales, y promover la paz. En esta lucha contra el terrorismo, Israel y el mundo civilizado prevalecerán con determinación y contundencia.
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