América Latina parece inclinarse a favor de defender el reconocimiento del Estado palestino en la Asamblea General de Naciones Unidas, con la excepción de Panamá y Colombia, que confirmaron que no votarán la propuesta impulsada por la Autoridad Palestina (AP).
El canciller panameño, Roberto Henríquez, dijo que reconoce “el derecho de los pueblos”, pero desea que haya una “paz permanente” entre los palestinos e Israel construida sobre “bases sólidas”.
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, adoptó una postura similar. Dijo que si bien el gobierno colombiano apoya la existencia de un Estado palestino, le gustaría ver “un compromiso en el desarrollo de la negociación” con Israel.
Holguín alegó que es necesario que haya un avance en el diálogo, de lo contrario las relaciones pueden enrarecerse y hacer que “los extremistas de ambos lados terminen triunfando, y eso sería terrible para la paz en la región”.
Colombia es el único país de América Latina que no reconoció la estadidad palestina. En el resto de América, Panamá, Guatemala y México tampoco lo hicieron. Pero Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Costa Rica, Honduras, Perú, Uruguay y El Salvador sí reconocieron al Estado palestino, como antes lo hicieron Venezuela, Cuba y Nicaragua.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que solicitará el estatus de miembro total de las Naciones Unidas para un Estado palestino independiente esta semana, a pesar de la fuerte oposición estadounidense e israelí. Es muy poco probable que lo logre, ya que el presidente estadounidense Barack Obama anunció que su país vetará la solicitud en el Consejo de Seguridad.
A Abbas le queda otra opción: buscar el reconocimiento de Palestina como “Estado observador” ante la Asamblea General de la ONU, sin derecho a voto. Para que esta propuesta prospere, necesitaría contar con al menos 128 a favor de los 193 miembros de la Asamblea General.
Por ahora, cerca de 126 países han reconocido oficialmente el Estado palestino, entre ellos casi todos los latinoamericanos, con lo cual es probable que muchos respalden su decisión ante la Asamblea General.
Panamá y Colombia expresaron que no votarán a favor; México, Costa Rica y Guatemala todavía no han anunciado su voto. Otros países como Brasil, Venezuela y Argentina se pronunciaron decididamente a favor de la solicitud de Abbas.
Marco Aurelio García, asesor internacional de la mandataria brasileña Dilma Rousseff, aseguró en declaraciones al periódico O Globo que “la presidenta va a defender la posición de diciembre ” de 2010, cuando Brasil reconoció el Estado palestino.
Uruguay se mantiene más reservado al respecto, aunque se espera que reconozca el Estado palestino ante la ONU, al igual que lo hizo a principios de año.
De los países que reconocieron la estadidad palestina fue el único, junto con Perú y Chile, que no mencionó las fronteras del 67, destacó a la Voz de América el embajador de Israel en Uruguay, Dori Goren. El diplomático israelí no sabe si el gobierno uruguayo mantendrá esta postura o no ante la ONU.
La solicitud del presidente palestino, Mahmoud Abbas, inquieta a la comunidad judía en América Latina.
Gabriela Shalev, ex representante de Israel ante la ONU, dijo al periódico O Globo que la postura de Brasil es “frustrante”, porque si bien tienen una relación “óptima” con el gigante sudamericano, cuando se trata de una votación en la ONU “Brasil siempre vota contra Israel”.
En Argentina, el capítulo local de la organización judía B’nai B’rith envió un comunicado a la Agencia Judía de Noticias (AJN) lamentando la iniciativa “unilateral” de la Autoridad Nacional Palestina.
“(…) B’nai B’rith Argentina hace conocer su posición contraria a dicho tratamiento por fuera de un acuerdo de paz gestionado bilateralmente que le dé sustento y credibilidad, así como también garantice el derecho del Estado judío de Israel de vivir en paz con sus vecinos dentro de fronteras reconocidas”, afirmó la institución.
En Uruguay, el embajador israelí dijo a la Voz de América que “el proceso de paz y el asunto del Estado palestino tiene que ser resuelto solamente en la mesa de negociación”. “No hay otra manera. El Estado palestino no será algo que va a ser arreglado por las Naciones Unidas, tienen que hablar con nosotros”.
Y Goren teme que si se aprueba una resolución, “que no cambiará nada en el terreno”, se aviven las tensiones. “Sabemos cómo comienzan (las manifestaciones), pero no cómo terminan. Tenemos miedo de que haya mucha violencia, y es un momento peligroso en Medio Oriente”, sostuvo.
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