Una campaña para persuadir a las autoridades paquistaníes de que permitan el restablecimiento de una sinagoga y la remodelación de un cementerio judío abandonado en Karachi fue lanzada por un joven miembro de la comunidad judía en el país.
El antisemitismo impulsado por la hostilidad generalizada hacia Israel y el fundamentalismo islámico generó el éxodo de casi todos los judíos de Pakistán, la mayoría de ellos en busca de refugio en Israel, India y Occidente.
Sin embargo, los abuelos maternos judíos de Fishel Bhenkhald, que emigraron desde Irán, decidieron quedarse. Temiendo por la seguridad de su hija (la madre Bhenkhald), la inscribieron como musulmán.
Ahora con 27 años, el Bhenkhald, cuyo padre era musulmán, redescubrió sus raíces judías y se dedica a “reclamar derechos de los judíos en Pakistán”.
El joven pidió a los tribunales paquistaníes tener una sinagoga y solicitó apoyo para su plan de trabajar en el cementerio judío de Karachi.
La antigua sinagoga de la ciudad, Magen Shalom, fue demolida en 1988, durante la dictadura islamista de Mohammad Zia-ul-Haq y fue reemplazada por un centro comercial.
“Estoy usando Twitter para pedir voluntarios en Pakistán para que me ayuden”, contó Bhenkhald. A pesar de la hostilidad de la prensa y de las autoridades, sigue defendiendo públicamente la relación entre Pakistán e Israel.
También se enfrenta a problemas en el cambio de su condición de musulmán a judío.
“La ley pakistaní no permite a sus ciudadanos que están registrados como musulmanes cambiar su estatus religioso”, agregó Bhenkhald.
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