Gill Rosenberg, la canadiense-israelí que en el mes de noviembre atrajo la atención de los medios de comunicación por haberse sumado a las fuerzas kurdas que combaten al Estado Islámico, regresó a Israel.
Rosenberg le dijo al diario Yediot Aharonot que abandonó Siria, en enero pasado y se trasladó a Irak, desde donde voló a París hace una semana y media.
“Es bueno estar en casa. Estoy aquí por ahora, y no tengo planeado volver pronto”, apuntó al rotativo.
Rosenberg fue interrogada por el Servicio de Seguridad General (Shabak) al arribar al país.
El diario cita al empresario norteamericano israelí Moti Kahana, quien ha suministrado en varias ocasiones asistencia a la oposición siria, desde el comienzo de la guerra, como la persona responsable de traerla de regreso.
“Es un país en guerra. Hay tres millones de refugiados desparramados en todo el país, la mayoría mujeres y niños”, expresó Rosenberg, quien inmigró a Israel en 2006, desde Canadá.
En noviembre pasado, Rosenberg viajó a Jordania, y de allí voló a Erbil, capital de la Región Autónoma de Kurdistán Iraquí, desde donde ingresó a Siria.
“En el Ejército de Defensa de Israel decimos ‘aharai’. Tras de mí. Mostrémosle al Estado Islámico lo que eso significa”, escribió en su página de Facebook, junto a imágenes de la región que había subido.
Durante unas semanas en la que no tuvo acceso a internet o a otros medios de comunicación surgieron rumores de que había sido secuestrada por el Estado Islámico. Sin embargo, pronto apareció en la red y lo desmintió.
Rosenberg explicó que sintió la necesidad de actuar debido al sufrimiento que está provocando el Estado Islámico, principalmente por las mujeres y niños que fueron violados y forzados a la esclavitud sexual. “Como judíos decimos nunca más a un Holocausto o un genocidio”, expresó. “No creo que haya ninguna diferencia entre los judíos y los demás, nunca más significa nunca más para todos”.
“Sentí muy fuerte sobre lo que estaba ocurriendo allí, y sentí que podía hacer algo. Quería contribuir de la manera que pudiera”.
Rosenberg formuló que planea dejar por un tiempo de ser una combatiente y poner su atención más en el camino político; “Hay planes para cambiar tal vez a más a un papel activista en lugar de ser una combatiente en línea del frente, elevar la conciencia sobre la causa kurda, y las minorías en Irak, tales como los cristianos y los yazidíes, que están siendo perseguidos”.
Rosenberg agregó que abandonó la zona por motivos políticos, indicando que la actitud de la gente hacia EE.UU. e Israel y los crecientes avances iraníes justificaron su partida.
Artículos Relacionados: