Wang (Nicky) Yuchao, un joven chino de 16 años, pensó que iba a esquiar a Rusia con sus padres. En vez de eso lo llevaron a una de las 400 clínicas de rehabilitación dedicadas a tratar el desorden de adicción a Internet en China.
Wang pasó sus días encerrado en una base militar en Daxing, al sur de Beijing. Este lugar tiene pasillos fríos y grises, y algunas rejas de metal. El tratamiento consiste en una combinación de ejercicios militares, sesiones de terapia, juegos de mesa y antidepresivos. Y, por supuesto, no tiene ningún tipo de acceso a Internet ni consolas de juego.
Dos cineastas israelíes, Shosh Shlam e Hilla Medalia, pasaron tres meses dentro de la instalación de rehabilitación para hacer una crónica sobre cómo China trata la adicción de lo que uno de los terapeutas de la película llamó “heroína electrónica”. Su documental, “Web Junkie” (Adicto de la Web), que se estrena hoy en PBS, sigue a Nicky, que tenía el hábito de jugar al juego “World of Warcraft” diez horas por día, y a otros dos pacientes a través de su recuperación en la clínica en el 2010.
“Web Junkie”, que fue nominada para el Grand Jury Prize en el Festival de Cine Sundance del año pasado, destaca el “lado oscuro de Internet”, como lo explican los cineastas, y pone en foco a niños que viven sus vidas en línea, para la exclusión de todo lo demás, incluyendo familia, amigos y colegio. Como expresó Medalia al medio JTA, “algunos niños usan pañales para no perder ni un minuto de juego”.
En el 2008 Shlam vio un reporte televisivo de los jóvenes chinos que fue golpeado hasta morir en uno de los centros de rehabilitación del país. Ella dijo que la historia la sorprendió e inspiró a hacer la película. El director de la instalación Daxing les dio un acceso sin precedentes al lugar.
Hoy en día existe un gran debate entre los psicólogos acerca de si la adicción a Internet es un desorden psicológico que pueda ser tratado. China es el primer país en listarlo de esta manera, informó el medio israelí The Times of Israel.
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