Mantenerse judío solía ser casi automático, pero ya no. El mundo ha cambiado. Hoy, ser judío es esencialmente una elección de estilo de vida. Tenemos que ser mejores transmitiendo la identidad judía que las generaciones anteriores, porque lo que solía funcionar ya no funciona. Solamente tomen las constantemente crecientes tasas de asimilación como prueba.
Los estudios demuestran que la mayoría de los padres judíos quieren que sus hijos se mantengan judíos. Puede que no sepan mucho de qué se trata el judaísmo, o que no tengan un entendimiento claro de lo que necesitan hacer para mantener a sus familias judías, pero tienen un sentido interno de que transmitir la herencia es muy, muy importante.
¿Qué tienen que hacer los padres?
De acuerdo a las investigaciones, la literatura relevante y mis propios 20 años de experiencia en el campo de la educación judía, hay un número limitado de principios fundamentales en los cuales enfocarse. Mi nuevo libro, “Raising Kids to LOVE Being Jewish” (Khal/Mesorah, 2009) detalla estos principios y los consejos prácticos asociados. Aquí hay algunos puntos destacados:
1. Padres
La influencia judía más grande en la mayoría de los niños es… los padres.
Malas noticias… lo sé.
La mayoría de nosotros, sintiéndonos imposibilitados de estar a la altura del modelo de conducta judío, preferiríamos encargarle a la maestra religiosa el tema de la “inspiración judía”. Sin embargo, la realidad es que si a los padres les interesa el judaísmo, hay una alta probabilidad de que sus hijos se mantengan judíos. Si no, las probabilidades son mucho, mucho más bajas.
¿Esto significa que tienes que cambiar radicalmente tu vida? No. Pero si significa que tienes que encontrar algo judío y agradable que hasta ahora no hacías y probarlo. Algunas opciones son: ir a una clase semanal, hacer tu cena familiar los viernes por la noche en vez de los domingos por la noche (después verás lo de las velas y la jalá), encontrar una sinagoga que te inspire, celebrar una festividad judía que nunca has celebrado antes, etc. La clave es ser un judío activo, no uno perfecto.
2. Practica un Judaísmo Alegre
¿Cuántos judíos cumplen Iom Kipur? Adivina. 59% de los judíos estadounidenses cumplen con el ayuno tradicional y muchos otros conmemoran el día de alguna forma. Cinco días después de Iom Kipur hay otra festividad judía llamada… Sucot. ¿Cuántos judíos celebran Sucot? Los números son bajísimos. Tú mismo puedes darte cuenta: ¿Cuántas Sucot ves a tu alrededor? Incluyendo los Judíos Ortodoxos, quizás el 15% de los judíos celebran Sucot.
Ahora, piensa por un momento como se perciben estas dos festividades: Iom Kipur, aunque es un día hermoso y feliz (tenemos la posibilidad de arreglar nuestros errores y empezar el año con la pizarra en blanco), es usualmente percibido como un día difícil, solemne y aburrido para la mayoría de los judíos. No debería ser así, pero lo es. Sucot, por otro lado, es una fiesta increíble que dura toda una semana.
Iom Kipur es santo y crucial. Pero si nuestros hijos crecen con un judaísmo demasiado serio y aburrido, los hemos perdido. ¿Qué debes hacer? ¡Celebra también las festividades divertidas! Compra libros interesantes de judaísmo. Baila en Simjat Torá y canta los viernes por la noche. Celebra Purim. Haz del judaísmo algo alegre. Mientras más positivas sean las experiencias judías, más posibilidades tienen de durar.
3. Involucra a los Niños
Me gustan las ballenas. He ido a paseos para observar ballenas y espero hacerlo nuevamente. Pero en mi lista de prioridades personales, “salvar a las ballenas” está bastante abajo. ¿Pero que pasaría si yo dedicara los siguientes 12 meses de mi vida a ser voluntario de Greenpeace? Andaría en barcos intentando detener a los cazadores de ballenas, asistiría a manifestaciones, enviaría faxes, me encadenaría a mi mismo a instalaciones del gobierno… daría todo de mí por las ballenas durante 12 meses. ¿Cómo me sentiría por ellas después de un año? ¿Me importarían más?
¡Por supuesto que sí! Cuando una persona invierte en algo, comienza a importarle aquello. En hebreo, la palabra para amor, Ahavá, viene de la raíz, “hav” que significa dar. La lección es simple: Si le doy a algo, entonces, ese algo comenzará a importarme.
El punto es que a pesar de que los padres estén muy inspirados con el judaísmo, si los niños no están involucrados, entonces, sus propios sentimientos nunca se desarrollarán. Podemos proveerles “cosas judías” mientras viven bajo nuestro techo, pero el compromiso judío se deteriorará rápidamente en el futuro, porque nunca estuvo ahí en primer lugar. Ellos nunca invirtieron en sus identidades judías así que nunca desarrollaron sentimientos de compromiso judío.
¿Cómo involucrarlos? Movimientos juveniles, actividades manuales para las festividades, campamentos de verano, giras de estudio, buenos libros para leer. Cada niño es diferente y cada edad es diferente. Por ahora, concéntrate en el principio básico: mientras más hace un niño, más probable es que se mantenga judío.
4. Comunidad
Los seres humanos somos criaturas sociales. Nos gusta pertenecer a grupos. Nos da identidad y compañía que anhelamos. Los niños especialmente, quieren saber a que grupo pertenecen, que equipo apoyan, etc. Por lo tanto, es crucial que los padres ayuden a sus hijos a sentir que están conectados con otros judíos. Localmente, esto significa involucrarse en la sinagoga y el movimiento juvenil. Si los niños están rodeados por otros jóvenes judíos, ellos querrán estar involucrados. Si no, no.
Las convenciones de movimientos juveniles y los campamentos de verano extienden las conexiones judías a diferentes regiones y a todo el país. Visitas a Israel pueden consolidar estos sentimientos judíos. Los padres pueden ser incluso más efectivos cuando ellos muestran preocupación, leen y hablan acerca de comunidades judías en todo el mundo y de eventos en Israel. En vacaciones familiares, visiten sitios judíos (¡existen en todas partes!) e interactúen con los judíos locales.
Sentirse conectado al pueblo judío no se refiere únicamente a los judíos que viven hoy. Alguien que se siente conectado al pasado judío, probablemente querrá estar conectado al futuro judío. Así que, compren libros, vean videos y demuestren interés por la historia judía. Los relatos son dramáticos e interesantes y las personas involucradas son inspiradoras. Los niños que crecen sintiéndose conectados a otros judíos probablemente querrán seguir conectados con otros judíos.
5. Educación
Los estudios son claros: mientras más educación judía tiene una persona, más probable es que se mantenga judía. El mundo judío ha aprendido este punto de la manera difícil: después de años de enfocarse en danza israelí, memoriales del Holocausto, Tikún Olam y otras cosas (la mayoría de ellas son en realidad bastante importantes), el mundo judío está finalmente dándose cuenta que el centro de todas las actividades es la educación judía. Con educación judía, seguirán existiendo judíos que podrán hacer todas las otras cosas. Sin educación judía, las comunidades judías desaparecen.
¿Cuál es la mejor opción? Las escuelas judías diurnas. Las tasas de retención de judaísmo son impresionantes y sus bachilleres reciben una excelente educación secular: el grupo de las ocho universidades más prestigiosas de los Estados Unidos (Ivy Leage) acepta bachilleres de las escuelas judías diurnas más frecuentemente que bachilleres de otras escuelas.
¿Demasiado caro? Existen muchas becas y usualmente existen formas de pagar (por ejemplo: recortando presupuesto de otras cosas) – y los resultados valen cada centavo.
¿Realmente no puedes pagarlo? Entiendo. Los tiempos están difíciles. Tristemente, si bien la educación judía debiera ser fácilmente accesible para todos, no lo es. ¿Qué haces si la escuela diurna no es una opción? Encuentra la mejor escuela complementaria que haya en tu ciudad y contrata un profesor particular que venga a tu casa. Un buen profesor particular en 1-2 sesiones privadas de 45 minutos a la semana puede incrementar radicalmente la identidad judía de tus hijos. Estudiaran lo que le interese al niño. Los niños tendrán un modelo a seguir. Funciona de maravilla, y usualmente es bastante más fácil de pagar.
Pensamiento Final
En mis charlas alrededor del mundo, he notado un tema recurrente: los padres judíos usualmente se subestiman, pensando que ellos no tienen suficiente poder para mantener la herencia judía. ¡Padres, no pierdan la esperanza! No tienes que ser un rabino o un judío perfecto para mantener a tu familia judía. Escogiendo uno o dos pequeños (¡y agradables!) pasitos, puedes causar un gran impacto en el futuro judío de tu familia.
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