Mismo día continuación del capitulo 1
Ronen llega en su moto a un lujoso edificio de Ramat- Aviv, Barrio elegante de Tel-Aviv, en la entrada se encuentra con un guardia de seguridad que lo detiene para revisar.
Guardia: Buenos días, necesito que me diga su nombre para anunciarlo.
Ronen: ¿Dónde está el guardia anterior?
Guardia: No se.
Ronen: ¿Pues él no me revisaba, yo entraba libremente, así que muévase, no ve que molesta?
Guardia: Mire jovencito, no le permito que me falte el respeto…
Ronen: Usted no es más que un simple guardia. ¿No sabe quien soy yo? Voy a tomar sus datos para reportarlo.
Guardia: Haga lo que guste. Ustedes los ricos creen que pueden hacer lo que quieren, pero nosotros, “los simples guardias” solamente cumplimos órdenes.
(Ronen saca su celular y habla con su amigo)
Ronen: Hermano, le puedes decir a este mono que esta en la entrada que me deje subir, si me quedo acá un minuto más, lo mato.
El guardia recibe una llamada.
Guardia: Puede pasar.
Ronen: Cretino.
(El guardia hace un gesto con la cabeza)
Ronen: (entrando al elevador) Pronto oirá de mi cuando lo demande.
Llega al piso donde vive Gay y toca el timbre
Gay: Abriendo la puerta ¿Qué, te caíste de la cama?
Ronen: Lo mismo me preguntó mi padre. Pero no, no he dormido.
Gay: ¿Otra vez te fuiste de farra? Me dijo el guardia que lo ofendiste bien feo.
Ronen: Es un idiota, ¿por qué se fue el anterior?
Gay: Que se yo, además no creo que un sábado tan temprano viniste a despertarme para preguntarme eso, ¿o me equivoco?
Ronen: No, es que ayer cuando leyeron el testamento de mi abuelo…
Gay: (interrumpiéndolo) No me digas que ya eres millonario; bueno tú naciste millonario. De seguro ahora lo serás doblemente.
Ronen: Que va, ahora soy un joven pobre que no sabe donde esta parado.
Gay: Bueno, por ahora estamos parados en la entrada de mi departamento, pasa por favor y explícame, porque no entiendo nada. ¿A lo mejor anoche se te paso la dosis de tu fumadita?
Ronen: (Sentándose) ¿Por una vez me puedes escuchar?
Gay: ¡Uy! el príncipe esta enojado.
Ronen: Mi abuelo me dejó una fortuna pero con una condición.
Gay: ¿Cuál?
Ronen: Que durante un año viva por mi cuenta, lejos de mi familia, y por supuesto lejos de mis tarjetas de crédito y de mi moto.
Gay: No, no lo puedo creer.
Ronen: Pues créelo, tienes frente a ti a Ronen Rosenberg, un hombre pobre y desdichado, estoy acabado amigo.
Gay: ¿Quieres que te preste dinero?
Ronen: Gracias, pero solamente puedo usar los 4000 mil shekels que me dio mi padre, como decía en el testamento, y tampoco puedo acercarme a mis amistades.
Gay: Pues lo haremos como los amantes, a escondidas.
Ronen: Esta claramente estipulado que si cometo alguna falta, automáticamente pierdo la herencia. Escucha bien, tú no sabes nada de lo que te conté.
Gay: O sea que te cagaron.
Ronen: Y de que manera, y además para que sepas desde hoy cambio mi nombre a Roy Rosen.
Gay: ¿Y tus padres que dicen al respecto?
Ronen: Están felices. Estaban hartos del tren de vida que yo llevaba.
Gay: (Tomando un periódico que esta en la mesa) A propósito, acá hay un anuncio donde solicitan personas para una agencia.
Ronen: ¿Una agencia de motos?
Gay: No, una agencia de seguridad.
Ronen: No pretenderás que yo, que nací rodeado de toda clase de seguridad, voy a convertirme en uno de esos tipos “ridículos” como el idiota que esta abajo, que tiene que estar cuidando hasta el cul…
Gay:(Interrumpiéndolo) Párale amigo, y acuérdate que no terminaste la universidad o mejor dicho, nunca la empezaste, no tienes remedio, porque no tienes carrera y nunca has trabajado. Y tu papito por este momento no va a mover sus influencias. (Tirándole el periódico) Así que llévatelo por si lo necesitas.
Ronen: Tienes razón, mi currículum no es muy basto, más bien esta vacío.
Gay: ¿Y cuando termina el castigo?
Ronen: Al año de la muerte del abuelo, o sea cuando le pongan la lápida. Ahí si puedo estar presente y regresar con mi familia, con mi verdadera identidad.
Gay: Oyes esto parece una película.
Ronen: Más bien dicho parece una maldad del diablo que en este momento estará gozándola con mi abuelo en el infierno, cantando en idish, como el solía hacer cuando estaba contento, y ya pasadito de copas recordaba sus épocas de Polonia y lloraba por el recuerdo de su hijo perdido, al cual nunca perdonó que hubiera seguido por el camino de las artes en vez de haber trabajado en las empresas de la familia.
Ronen le da un abrazo a su amigo y se dirige a la puerta no sin antes tomar el periódico donde están los anuncios de trabajo….
FINAL DEL CAPITULO 1
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