En estos tiempos en los cuales el dolor azota a la humanidad, debemos ser valientes y fuertes aceptando con humildad que nuestra existencia es más bien efímera pero no así la libertad que nos caracteriza como nación. Por ello, puedes perder a tus seres queridos durante esta pandemia aunque no la esperanza de seguir adelante. Porque nada en esta vida se mantiene fijo todo es una eterna constante.
Hoy más que nunca debemos vivir en la inmediatez del momento presente, al expresar nuestro amor y perdón desde lo más profundo del corazón. Porque sí eliges enfrentar el dolor extremo y la enfermedad acuciante hazlo con todas tus fuerzas y adelante. Ya que la libertad se asoma como una luz entre las sombras y para el pueblo de Israel más allá de las arenas del desierto como lo dijo Moshe.
Por ello aférrate a la vida superando el llanto y la desesperanza, celebra el milagro de seguir aquí a pesar de las circunstancias. No temas por el mañana no tiene objeto sufrir, vive el milagro de estar presente y no te dejes abatir.
No desperdicies ni un segundo y llénate de pasión, evoluciona, transfórmate y cambia más allá de la razón, da las gracias a tus hermanos, amigos y también vecinos, ríe y llora al mismo tiempo y no contengas la alegría. Porque el aquí y el ahora forman parte de tus días.
Se uno con el firmamento y no temas a lo desconocido, ya que siempre esto nos lleva a surcar el infinito. Contagia la gallardía, el coraje y satisfacción siendo uno con el firmamento, las estrellas, la luna y el sol.
Encausa el centro de tu espíritu a otras nuevas direcciones y conviértete en el hacedor de tus sueños superando tus temores.
Así que ¡Asuta! (que seas curado) como enseñaba el sabio Rashi desde el siglo XIII en Troyes Francia, el corazón de mi Ima está aquí…
(Especial para el diario judío.com de México).
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