Señor
Ing. Omar Ignacio Paganini Herrera
Canciller de la República O. del Uruguay
De mi mayor consideración:
Como ciudadano natural uruguayo que también posee ciudadanía israelí, he visto con gran placer el cambio del titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, porque ya varias veces había manifestado en cartas abiertas al Presidente señor Luis Lacalle la necesidad de cambios por graves errores que se cometían en ese ministerio.
Pero como ciudadano israelí estoy viendo que en ese Ministerio se siguen cometiendo errores, especialmente en las votaciones de las Naciones Unidas y sus respectivas comisiones.
Me refiero específicamente a la votación última en la que el representante de Uruguay se abstuvo, en la resolución referida al conflicto armado entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hamás.
Quiero aclarar a usted que cometieron un grave error al abstenerse, y daré los motivos.
El grave error es tomar esa guerra como un conflicto bélico más, cuando en realidad se trata de una guerra entre la civilización y la barbarie, donde sería redundante aclarar que la barbarie es el movimiento terrorista Hamás, y el Estado de Israel es la vanguardia, el dique de contención, la primer línea de trincheras que defiende a la civilización occidental o judeo-cristiana.
Señor Canciller, si cae Israel, si no elimina totalmente al Hamás, caerá de inmediato Europa y luego las tres Américas. Ya Europa está bastante dominada por la importante inmigración de musulmanes, y en Sudamérica lamentablemente hay bases militares del movimiento terrorista Hizbollah, importado a Venezuela pero con ramificaciones en otros países.
Le repito dos frases de famosas personalidades:
Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor.
Desmond Tutu
No me molesta el ruido de las botas, me molesta el silencio de las zapatillas.
Martín Niemöller
Recordará usted que el señor Desmond Tutu fue un gran luchador pacifista contra el apartheid sudafricano, y el señor Martín Niemöller fue el autor de aquel famoso sermón que decía: “cuando los nazis trajeron a los comunistas…” Ambos clérigos cristianos, ambos muy galardonados.
Ante la crítica del senador Daniel Caggiani, -con la que estoy totalmente en desacuerdo– usted dijo que “todo el mundo juega aquí”, en lo que estoy totalmente de acuerdo; “potencias de todos los palos”, también estamos de acuerdo, y “no es casualidad que Naciones Unidas no termina por condenar a Hamás, no lo hacen y no hay forma que lo hagan”.
Me permito decir a usted que lo que Naciones Unidas condena o aplaude no es buen ejemplo a copiar, sino más bien es lo contrario a un buen ejemplo. Sus mismas palabras son la prueba, no condenan a una organización extremista y terrorista que todo el mundo conoce las atrocidades que hace, y que seguirá haciendo si no se la neutraliza.
No es mi intención juzgar aquí al senador Caggiani, que está en ese grupo de personas totalmente equivocadas que apoyan a un movimiento terrorista brutalmente asesino, ya sea por ignorancia, mala fe o por conveniencia política. Los números y conceptos que él maneja nada tienen que ver con la realidad.
La diplomacia uruguaya en sus mejores tiempos tuvo siempre una línea que fue muy respetada pese a ser un país pequeño. No es como afirma el señor senador que siempre fue en defensa del más débil. Acá no se trata de débiles ni poderosos, tampoco se trata del principio de no intervención. Se trata de un ejército terrorista alimentado por una teocracia islámica terrible que es Irán y por los dineros de otro país islámico radical que es Qatar, para transformar a todo el globo terráqueo en un califato islámico. El primer paso es eliminar a Israel, pero no es el único ni el principal.
Y su ministerio emite un comunicado al que sólo le falta ser de color rosa !!
Me da vergüenza como uruguayo. Acá no se puede andar con vueltas ni con vocabulario diplomático. No estamos ante diplomáticos, estamos ante un salvajismo atroz y un atentado contra la humanidad toda.
Señor Paganini, piense usted en esas dos frases que mencioné más arriba, en este caso no se puede ser indiferente, no sirve la abstención. Ese gesto es tomado por los islamistas como cobardía, y lo único que logra es envalentonar a los extremistas. A la espera de lo que suceda con Hamás están otros movimientos extremistas más fuertes aún, y si Hamás no es totalmente aniquilado, el Hizbollah y otros extremistas encenderán el fuego de la tercera guerra mundial. Y tome en cuenta que más de un país islámico posee arsenal nuclear, y que la población musulmana total se calcula en aproximadamente mil quinientos millones, aunque no todos quieran luchar contra Occidente pero la Historia nos enseña que basta una minoría violenta para arrastrar al resto.
A la espera de actitudes más de acuerdo con la realidad y con el prestigio que tuvo siempre la cancillería uruguaya, saludo a usted con mi mayor consideración
Mauricio Aliskevicius
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