Como verá, comienzo esta carta sin usar las clásicas menciones: “señor” y “de mi consideración”. No quiero faltarle el respeto, simplemente no puedo llamarlo a usted “señor” ni tendré otra “consideración” hacia usted que las que marca mi educación, y no su proceder.
Estamos sufriendo la muerte de más de 1.000 civiles israelíes, más de 500 soldados de nuestro ejército, y el cautiverio horroroso de más de 100 ciudadanos rehenes de los movimientos terroristas infrahumanos de Gaza. Todo esto bajo su responsabilidad directa como jefe supremo de gobierno y del ejército, dos cargos que usted desmerece.
Usted es el culpable de que nuestros enemigos hayan decidido dar el golpe por ser usted el que les hizo ver que nuestro pueblo estaba dividido (y débil) porque fue usted quien nos dividió con el tema de la reforma judicial.
Usted es el culpable del avance de nuestros enemigos porque echó del gobierno al ministro de defensa (lo reintegró por la protesta de la población), cuando en realidad tendría que haber echado a otros ministros que le hacen mucho daño a la imagen de Israel a los ojos del mundo. No echa a los que avergüenzan a nuestro país porque perdería usted su silla poltrona, algo que para usted es más importante que la existencia del Estado de Israel, y así lo está demostrando a diario con sus actitudes ajenas a los intereses del Estado y cada día más alejadas del sionismo que lo forjó.
Usted es el culpable de discusiones y desavenencias con nuestro casi único aliado que es el gobierno de Estados Unidos. Usted enfrentó en el pasado a Barack Hussein Obama y hoy discute con el actual presidente Biden y sus asesores.
Son innumerables las medidas de gobierno que usted debió tomar a partir del fatídico 7 de octubre, sin hablar de las que no tomó para que ese día no llegara a marcarse con rojo sangre en nuestro almanaque. Le recuerdo algunas que mencioné ocho días después de la mencionada luctuosa fecha:
-ofrecer recompensas por datos para la captura de los cabecillas del terrorismo islámico, para facilitar así el accionar de nuestros servicios de inteligencia y ejército;
-pedir la captura de los cabecillas de Hamás y Hizbollah a organismos internacionales como Interpol y Corte Penal Internacional.
-prohibir las transmisiones de los medios de información que son netamente favorables a nuestros enemigos, y expulsar a sus periodistas o ponerlos en manos de la Justicia israelí para que sean juzgados de acuerdo a la ley.
-expulsar a los cascos azules de FINUL de la frontera con Líbano, y a todos los miembros de UNRWA de la franja de Gaza.
Independientemente de estas simples medidas, pedíamos dejar para después de la guerra otras mucho más importantes. Sus actitudes nos han hecho cambiar de opinión. Pedíamos no cambiar de capitán del barco en medio de la tormenta, pero usted no tiene nada de capitán y el barco está a punto de naufragar.
Pese a estar en guerra y haciendo uso de medidas extraordinarias para evitar un acto electoral en plena guerra, presentar su renuncia al cargo de primer ministro de inmediato, una medida que la está pidiendo el 85% de los ciudadanos, pues las encuestas demostraron que solamente el 15% está a favor de que usted continúe en el cargo hasta después de finalizada la actual guerra. Y ya hemos visto que usted hará que la guerra se eternice, y también inventará otra guerra, con tal de poder seguir en el sillón de mando que usted pretende que esté hecho a su medida, pero no es lo que el pueblo exige.
Usted es culpable de haber permitido que el Hamás reciba cientos de millones de dólares que son los que financiaron las instalaciones militares y el armamento con que fuimos atacados, y seguimos siéndolo. Simplemente porque usted se equivocó y su odio a la AP y a Mahmud Abbas lo llevó a fortalecer a Hamás.
Usted es culpable de haber dado permisos de trabajo a gazatíes creyendo equivocadamente que con eso debilitaba a la AP.
Usted es culpable de haber desoído los avisos del peligro inminente, algo que todos sabíamos, ya que personalmente leí en la prensa de agosto que MEMRI estaba avisando que en Gaza se estaba preparando algo muy grande para setiembre u octubre. Dejando de lado los avisos que ya tenían un año, usted hizo caso omiso a avisos de gente que conoce muy bien el modus operandi del terrorismo, como son MEMRI y los propios encargados de vigilancia del ejército que rodeaban a Gaza. Yo simple ciudadano estaba en conocimiento de que se estaba tramando algo grave y usted como primer ministro no tenía conocimiento o no le daba importancia.
Qué podemos pensar de sus actitudes, Primer Ministro Netanyahu?
Lo resumo: a) que usted no es apto para el cargo
- b) que usted piensa únicamente en su propia persona y nada le importa el país
- c) la suma de a) más b)
- d) que de todos los implicados (gobierno, ejército, inteligencia) el único que no reconoce culpabilidad es el principal culpable:usted
- e) que en la última reunión del “consejo de guerra” usted no abrió la boca para defender al comandante del ejército, permitiendo que en pleno conflicto bélico varios ministros irresponsables atacaran a quien tiene la responsabilidad en la actual contienda.
Por supuesto que usted debe irse ya del gobierno, pero no debe irse solo. Junto a usted deben irse los demás ministros que, salvo el ministro de Defensa Gallant, deben renunciar por haberlo apoyado en sus hechos, o por omisión, al no haber declarado públicamente su discrepancia.
Cada día que pasa sin que usted renuncie, es un punto más en su contra, que quedará muy bien aclarado en los libros de Historia que se escriban en el futuro. Cada día que pasa su honor como gobernante -si alguna vez lo tuvo- se irá desinflando hasta que quede nada más que su nombre en dos o tres renglones y con el adjetivado de haber sido el peor gobernante en los primeros 75 años del independiente Estado de Israel. Algún historiador agregará más elementos negativos para que queden registrados sin la más mínima duda en su favor.
Apenas presente usted y sus compañeros de gabinete la renuncia, el Presidente Herzog sabrá a quién llamar para que presente un nuevo equipo de gobierno que sea aprobado por mayoría de la Knesset y comience a gobernar de inmediato, porque en tiempos de guerra no se puede perder un solo minuto, y con usted en el cargo ya llevamos perdido demasiado, y no sólo tiempo.
Repito la fecha, 8 de enero del 2024, y no demore más de 24 horas.
Nunca mejor aplicado el titulo de rematador y tasador oficial singularmente interesante habiendo nacido en un pais de profunda tradicion democratica Uruguay.
Permitame recordarle que el actual gobierno del Democratico Estado de Israel fue electo por voto popular y su Señor Primer Ministro (muy a su pesar y al de muchos opositores anarquistas Israelies) es el que aun sigue en su cargo (tengo muchas observaciones e ideas diferentes totalmente a las que presenta este gobierno DEMOCRATICAMENTE ESTABLECIDO)
No espere llegar a los 66 años para hacer alyia .Adopte mi ciudadania Israeli a los 18.Gracias a D’ volvi entero y caminando de las guerras que me tocaron: Libano X 3 , Yom Kipur , Gaza X 4 , Y EL MIEDO ATERRADOR DE ENVIAR A MIS HIJOS AL EJERCITO EN NINGUNA DE LAS OCASIONES SE ME OCURRIO (a pesar de mis opiniones politicas) hacer lo que usted ha hecho en este articulo :Darle mas munciones al Hamas y cia.
Me tome la molestia de leer sus articulos en otros temas.Se contradice……..usted no es el unico en nuestro pais que padece de psicosis colectiva (reforma judicial,corte suprema,poblacion y asentamiento de la Tierra de Israel ,etc)
Shabat Shalom
Como persona respetuosa y educada, respondo al señor Mqnor, que no demuestra tener mucho de esas cualidades. Tengo el título universitario de rematador y tasador, porque la dictadura hizo una ley que creó varios títulos universitarios inexistentes (ingeniero en computación, ingeniero eléctrico, ingeniero sanitario, etc.) . Estudiar paralelamente con trabajar y hacer vida de familia no creo que sea un defecto, parecería que para usted sí lo es. Que haya hecho aliá a los 66 años hizo posible que desde mis diez años de edad trabajé siempre para Israel, además de criar a mis hijos en la idea sionista, lo que hizo que todos estamos en este maravilloso país. No tengo por qué dar explicaciones de lo que hice, usted no lo merece, pero le diré que integré comisión diretiva en la Kehilá, en la Org. Sionista, y otras instituciones, por lo que siempre trabajé (sin sueldo) para Israel de una u otra forma. Si usted me acusa de darle municiones a Hamás, evidentemente debo aconsejarle que vuelva a la escuela primaria para aprender a leer. También me acusa de integrar un colectivo de psicosis . Es lamentable que seamos tantos que las encuestas indican que el 85% (OCHENTA Y CINCO POR CIENTO) de los israelíes NO QUIEREN A NETANYAHU EN EL CARGO CUANDO TERMINE LA GUERRA CON HAMAS. Yo no soy encuestador, lea usted la prensa. En cuanto a que Netanyahu fue electo democráticamente, es cierto PERO tomando en cuenta deficiencias en las leyes electorales, porque nunca hubo un 50% + 1 que apoyaran a Netanyahu sino una defectuosa fórmula de hacer alianzas electorales, y la inexistencia de un tope de años que un primer ministro pueda ejercer. Lamentablemente, quienes gobiernan e imponen sus absurdas ideas son sus socios menores (Ben Gvir y Smotrich) que representan una minoría que no quiero adjetivar por respeto.
Señor: si no le gusta lo que escribo, no me lea. Pero tome en cuenta que nuestros valientes soldados, en varios sitios donde los fue a visitar (léase hacer política) el primer ministro, fueron esos soldados maravillosos los que le pidieron que se vaya porque no lo pueden ni ver. Y eso me lo contaron soldados uniformados, no lo escuché en informativos.
En cuanto a mis títulos, en ingeniería sanitaria estudié cómo sacar lo más rápido y lejos posible los excrementos, y cómo tener acceso a suficiente agua para hacer limpieza total. Usted no lo menciona porque tiene miedo de asociarlo a la política que usted defiende. Pero no se preocupe, el día que Netanyahu haga algo bueno, si vivo para verlo, lo aplaudiré sin problema..
No soy judío. Soy un puertorriqueño que lleva muchos años estudiando y admirando la cultura judía y al glorioso pueblo de Israel. Trabajé por 43 años en distintas universidades de Puerto Rico como profesor de español y de Estudios Humanísticos; los últimos 30 en la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Mi doctorado es en Humanidades con concentración en Estudios Hispánicos. Tengo 290 segmentos de radio transmitidos por una emisora de Orlando a favor de la vida y la cultura de Israel.
En cuanto al artículo, veo que quizás tenga buenas intenciones, pero los resultados no son buenos en esta coyuntura de la historia de Israel. Cuando hay una amenaza externa tan grave como el ataque de Hamás desde Gaza, el desprecio de las Naciones Unidas y la imbecilidad de Suráfrica en la Corte Internacional, lo más apropiado es posponer la denuncia de cualquiera de los defectos que podamos tener en Israel y formar un bloque sólido contra todos los enemigos. Abonar en los defectos ahora es re-armar al enemigo. De eso nos podemos ocupar cuando no tengamos que salvarnos de la muerte frente a nuestros enemigos.
Por otro lado, atacar a la figura principal que lleva la responsabilidad de la defensa de Israel en este momento, tampoco es adecuado. Aprovechar ahora para sacar todo lo malo de un gobernante que está apurado defendiendo la patria, no es una ayuda a la causa de la supervivencia de Israel, sobre todo, si se quiere eclipsar intencionalmente o no, todo lo bueno que Netanyahu ha hecho por Israel. ¿O vamos a dudarlo? En conclusión, el artículo tiene un serio efecto contraproducente a la causa de la supervivencia de Israel y es un ataque que el máximo sostenedor de la vida en Israel no se merece en este momento.
Edgardo Jusino Campos
[email protected]
Catedrático Retirado de Español
Universidad Interamericana de Puerto Rico
y amante entrañable del pueblo de Israel
Estimado señor: Estoy muy de acuerdo con lo que usted dice, pero me permito mencionarle dos puntos. a) el problema con Netanyahu viene de muchos años antes que la guerra de Hamas. El Hamas vio como momento débil la fractura de la población israelí a causa de Netanyahu y aprovechó para atacar. b) Fui de los primeros en pedir por medios de prensa que se dejara de lado la lucha contra Netanyahu, que nos mantengamos unidos, y después de terminada la guerra habría tiempo para juzgar a los culpables. Pero con los días se vio que a Netanyahu le venía bien prolongar la guerra por intereses personales, y se vio que cuando visitaba algunos puntos del frente de guerra eran los propios soldados los que le hacían ver que no lo querían ahí, por lo que manifesté mi cambio de opinión y comencé a pedir que Netanyahu dejara el cargo, sin importar quién lo ocuparía. Y junto con Netanyahu deben irse Ben Gvir y Smotrich, que son quienes desprestigian al Estado de Israel. El ejército israelí se diferencia de todo otro ejército porque -entre otras cosas- los comandantes van al frente para dar ejemplo de valor a sus comandados. Pero para eso los soldados deben tener total confianza en su comandante, algo que no sucede con Netanyahu. Y aclaro que no se trata de ideologias contrarias, que eso sí se da con los otros dos ministros nombrados, es personal contra Netanyahu. Agradezco sus expresiones.