El único requisito indispensable establecido por la ley para la obtención de la nacionalidad es probar el origen sefardí del solicitante. Para esto hay varios caminos posibles. El más directo, si uno vive en la diáspora y es o no judío o miembro de una comunidad Sefardí, es solicitar una carta expedida por la misma, que certifique que el interesado es de origen sefardí y explique dicha afirmación. En el 90% de los casos el apellido o el linaje es más que suficiente, pero hay otras pruebas del origen como la Ketubah de leyes de Castilla, el uso del Ladino, el árbol genealógico, etc. Si la comunidad Sefardí reconocida por la FCJE (Federación de Comunidades Judías de España) emite esta carta la FCJE entrega un certificado de origen Sefardí que el gobierno da por bueno y probado.
El coste del certificado FCJE es de 60.50€, nada más. Sería comprensible que la comunidad emisora tenga que cubrir algún coste por la intermediación, especialmente para sus “no socios”. Sin embargo, he tenido noticias de solicitantes a quienes se les ha solicitado un pago de 1000 euros por la certificación más la exigencia de estar al corriente en pagos de cuotas a la comunidad emisora (ya sea esta sefardí o alguna otra).
Ya será de cada quien decidir si lo quieren pagar o prefieren buscar otra ruta.
En el solemne acto del pasado 30 de Noviembre, el Rey Felipe VI nos dijo a los Sefardíes, “Cuanto os hemos echado de menos”. España ha abierto la puerta para que todos los Sefardíes recuperemos nuestra nacionalidad española reparando una brecha abierta hace más de 500 años.
He visto un sinnúmero de abusos de parte de abogados que quieren sacar su tajada así como de comunidades que se sienten todopoderosas diciéndole a la gente que si no tienen 1000€ para pagar la carta, tampoco los tendrían para viajar a España y obtener el pasaporte. Con estos métodos se limita como elegibles para solicitar la nacionalidad sólo a quienes pueden permitirse el gasto que a ellos les parece apropiado como intermediarios aunque la ley española no lo establezca por ninguna parte.
De hecho ni esa aportación, ni el estar al corriente de cuotas, es necesario, lo que es más, ni siquera es requisito imprescindible ser judío para la obtención del certificado (si lo fuese, la ley sería inconstitucional).
Y entonces ¿qué hacer si no se quiere o puede seguir alguna de las rutas antes mencionadas y pagar las cuotas pedidas?
Esperar.
Si, en España se está refinando el tema de las autoridades certificadoras oficiales para explicar cómo presentar la recolección de información y lazos Sefardíes que serán imprescindibles para estos casos.
¿Qué hago si mi comunidad no me quiere dar la carta? Para empezar, es esencial visitar la página web de la FCJE donde se puede solicitar directamente el certificado de la FCJE. Al no tener la carta, es imprescindible demostrar lo más posible el origen Sefardí. Aparte de los mencionados apellidos y tradiciones, todo tipo de documento oficial es útil. En la plataforma de la FCJE responden rápidamente y dicen que documentos faltan o necesitan ser precisados. Si bien son pocas las organizaciones oficiales reconocidas por la FCJE, existen instituciones que están preparando dossiers en profundidad detallando el origen Sefardí de los interesados. En mi próxima entrada daré más información al respecto.
Acabaré diciendo que la Ley se está revisando, con el beneplácito del Rey, para hacer más fácil el proceso al cual, repito, tenemos derecho todos los Sefardíes. Sefarad nos quiere de regreso y haremos todo para que reciba a todos los que quieran regresar a casa. Sefarad es La Kaza Muestra.
Artículos Relacionados: