Escondido en la página 6, entre diversas noticias del mundo, como al desgaire y algo de pena, encontramos un pequeño titular: “EUA envía 2,300 toneladas de alimentos a Norcorea” y, como sub – título “Norcorea acepta suspender su proyecto nuclear”.
Llaman la atención varios detalles: La “noticia” que no lo es; el lugar donde se publica; la minimización de su trascendencia; la duda (editorial) del contenido.
Como ciudadanos del Mundo, interesados en lo que nos rodea – “si no sabes de Historia, no sabes lo que te sucederá” – nos metemos al inefable libro de la Geo-política, para empezar.
La República Democrática Popular de Corea (DPRK, según sus siglas internacionales), 122,000 kms. cuadrados, parte norte de la península coreana, con 25 millones de habitantes, ningún analfabeta – 11 años de educación obligatoria -, un médico por cada 700 habitantes, debiera ser una potencia agrícola e industrial pero sólo es una entidad militar temible.
Su historia moderna se remonta a 1948 cuando la antigua Corea se dividió en dos. La antigua U.R.S.S. apoyó esa división y Kim-Il-Sung fue su primer mandatario.
En 1950, Corea del Norte lanzó una ofensiva militar contra Corea del Sur. La O.N.U. y dieciséis de los países miembros respondieron a favor de ésta. China se sumó al apoyo de Corea del Norte. El resultado: una guerra en que murieron muchos efectivos de todas las nacionalidades de los involucrados, sólo para llegar a una especie de armisticio que persiste hasta nuestros días. No guerra, pero no paz.(¿Dónde hemos oído esto?)
Kim-Il-Sung gobernó Corea del Norte hasta 1994 con lo que llamamos puño de hierro. Durante su gobierno, dedicó la mayor parte de recursos a fortalecer un formidable ejército, dando a los miembros de este, un millón doscientos mil efectivos, preferencia sobre la población y, como corolario a su régimen, desarrolló armamento nuclear para convertir a Corea del Norte en una real potencia en ese campo, con la cooperación rusa y china. Así mismo, posee gran número de navíos de guerra y aviones de combate.
A su muerte, su hijo Kim-Jung-Il pasó a ocupar el lugar del padre, con los mismos poderes absolutos y el total respaldo de sus fuerzas armadas.
Los regímenes tanto del padre como del hijo, se caracterizan por la absoluta ausencia de Derechos Humanos, libertad de prensa, religión, movimiento, etc.,
Y, por supuesto, el uso de teléfonos celulares e internet están restringidos.
Tomemos nota, también, que uno de los nietos del fundador de la DPRK, Kim-Jung-Un, acaba de asumir el poder a la muerte de su padre. La línea dictatorial y violatoria de los Derechos Humanos será la misma.
A pesar de todo y según conocemos la política exterior de los Estados Unidos, en 1994 se formalizó un Acuerdo entre este y Corea del Norte para inspeccionar las instalaciones nucleares norcoreanas y normalizar las relaciones entre los dos países.
De conformidad con este acuerdo, lo norteamericanos otorgarían ayuda económica – principalmente alimentaria – a Corea del Norte. Curiosamente, Corea del Sur, enemigo acérrimo de la del norte, también envía vituallas a ésta.
En el ínter, Corea del Norte proseguía con sus pruebas de explosión nuclear, las cuales detuvo en 1999, mas no desinteresadamente.
La hambruna se apoderó del país. Era lógico. Los magros recursos de producción propia aunados al gasto militar absorbían la capacidad económica de una país que, aunque sus ciudadanos vivieran como robots prácticos, no podía satisfacer la demanda de bienes y servicios, por más ayuda externa que recibiera de sus interesados socios de conveniencia.
Pero eso sí: cualesquier reunión patrocinada por la O.N.U. que tuviese como finalidad controlar la tendencia confrontacional nuclear acababa en fracaso, no sólo por la terquedad norcoreana sino también por la intervención de Rusia y China.
Mientras esto sucedía, el pueblo norcoreano continuaba padeciendo hambre. La doctrina norteamericana, fiel a sus principios, envió millones de toneladas de granos para alimentar al pueblo norcoreano en la medida de sus posibilidades. Esa historia continúa hasta la fecha. La parte más triste es que un gobierno, el norcoreano, se otorgue el lujo de amenazar al mundo con sus armas atómicas y, por el otro, estire la mano para recibir ayuda humanitaria de sus “enemigos”.
Yongbyon, el corazón de las instalaciones nucleares de Corea del Norte, ha sido el objetivo de inspecciones por parte de la Agencia Internacional de Investigaciones Nucleares dependiente del Consejo de Seguridad de la O.N.U.
sin más resultados que los reportes inanes e inefectivos.
Debemos decir que los Estados Unidos impusieron un bloqueo económico a Corea del Norte que ha sido muy efectivo, pero el régimen no es el que sufre. Sus habitantes son las víctimas, tanto de hambre como de enfermedades. Los niños son los que más lo sufren Según varias organizaciones no gubernamentales (O.N.G.s), la niñez norcoreana está alimentada en un 35 por ciento de su necesidad real.
Ahora bien: ¿En qué se parecen y en qué se diferencian Corea del Norte e Irán? (En un artículo anterior hablamos de ésta: IRÁN, UN PELIGRO? –Nov.18, 2011).
Ambas destinan sus esfuerzos económicos y políticos en amenazar al mundo con su desarrollo nuclear. La diferencia estriba en que una no tiene recursos y a la otra le sobran. Ambas naciones son gobernadas por dictaduras: una basada en el férreo control militar, cultural y económico y la otra utilizando la religión como ley vigente y definitiva. Corea del Norte es manejada por herencia familiar apoyada por los mandos militares y la otra por un grupo de “sabios” que utilizan la “Sharia”, los preceptos religiosos, para domeñar a su pueblo.
Pero en ambos casos, la confrontación parece ser la moneda de cambio en el logro de sus particulares intereses políticos, así como el respaldo de Rusia y China a los dos.
Dicha confrontación, lógicamente, es con el “mundo occidental” y de manera particular contra Estados Unidos. En el caso de Irán, agrega a Israel a su lista de objetivos de agresión. Ya lo estamos viviendo.
Es aquí donde interviene el factor más temible de la confrontación: el poderío nuclear. Mientras Corea del Norte es poseedora de cuando menos diez bombas nucleares y los medios para lanzarlas, Irán – según fuentes enteradas – está a pocos meses de terminar su desarrollo.La estrategia de Estados Unidos y algunos de sus aliados de aplacar a Corea del Norte a cambio de alimentos parece tener cierto éxito. ¿Cómo aplacar a Irán? Por las señales que estamos observando, provenientes de la presidencia de los EUA, parece ser que la política que sigue es la del infame “appeasement” anterior a la Segunda Guerra Mundial en ambos casos. Creemos que en el asunto de Corea del Norte puede funcionar, pero en el caso iraní…
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