Entrando al final del paseo, salimos de Patras hacia Atenas donde pasaríamos los últimos dos y medio días del programa. La ruta va por el norte del Peloponesio y pesa no alcanzar a visitar las bellezas naturales e históricas de la península. Obviamente en el canal de Corinto hay que sacarse una foto, que seguramente será reemplazada en mi cabeza cuando llegue al de Panamá. Lamentablemente el Canal de Suez no pude fotografiar.
Es bastante impresionante. Es para barcos pequeños, especialmente turísticos, el Canal de Corinto es una vía de agua artificial que une el golfo de Corinto con el mar Egeo por el istmo de Corinto, abriendo esta vía al transporte marítimo y separando el Peloponesio del resto de Grecia. Mide 6,3 Km. de largo y se construyó entre 1881 y 1893. Fue construido por el ingeniero húngaro Esteban Türr (1825-1908). Bajo los proyectos de Lesseps, que recogían el antiguo trazado de Nerón, Türr dirigió las obras del canal de Corinto desde 1881. El canal fue inaugurado el 9 de noviembre de 1893.
Después de tomar la habitación en el hotel, fuimos a devolver el coche alquilado. En las ciudades mejor moverse a pie o con transporte publico y ya salimos a recorrer. Los días son largos, oscurece 8-9 de la noche. Esa tarde alcanzamos a conocer el barrio de la Placa, incluido un recorrido en un trencito de turismo, 45 minutos 5 euros. Por suerte se le pinchó una goma durante el recorrido, así tuvimos para pasear por ahí otros 20 minutos. El por ahí era la Ágora Romana.
Caminamos hasta el Panatenaikus, el estadio olímpico donde se celebraron los primeros juegos olímpicos de la era moderna, 1896. El estadio remodelado, el original se construyó en homenaje a Filipides, que corrió desde Maratón hasta Atenas.
Yo estoy pronto a correr, después de una interesante explicación (audio guía en español).
La Acrópolis es el centro de la ciudad, cuando uno está sobre él, o aun mas, desde el Monte Licabeto, se puede apreciar que la ciudad la rodea. Su altura relativa es impresionante (y hay que treparla) y sin duda el poder está en manos del que domina ese lugar. ¡Desde cualquier lugar se ve!
Torre de los Vientos
Elijo esta foto pues ahí esta chiquito, arriba de la torre de los vientos. En la segunda foto pueden apreciar porqué suelo utilizar fotos del Internet.
Para muchos, tal como he escuchado, visitar Atenas es visitar un montón de piedras viejas, sin duda también esa es una perspectiva real. Yo no lo veo así, aunque sin dudas, no faltan piedras viejas e inmensamente grandes: El Partenón de cerca es impresionante, apenas que solo se pueda recorrer por afuera.
La Acrópolis tiene varios edificios y monumentos impresionantes, vale una visita. Como siempre, remito a los más curiosos a la Wikipedia u otros textos.
Cuando digo que no solo visito piedras, pienso en la historia y estando en esos lugares la historia deja de ser historia y se convierte en un noticiario actual.
Hace 2,500 años los persas conquistaron y destruyeron Atenas, incluida la Acrópolis. Yo resido en Israel y varias veces por día nos recuerdan por todo medio posible, los discursos de Mahmoud Ahmadinejad (Persa: محمود احمدینژاد, Mahmūd Ahmadinezhād) sus planes, tal como el los manifiesta, prefiero no recordar aquí, pero me permito elegir a Aristogiton y Harmodio como imágenes paralelas a la Tel Aviv de hoy.
Aristogitón (en griego antiguo: Ἀριστογείτων / Aristogeitôn (†514 a. C.), y Harmodio (en griego antiguo: Ἁρμόδιος / Harmodios (†514 a. C.), fueron conocidos como los Tiranicidas (tiranicidio, de τύραννος / tyrannos, tirano y κτείνω / kteinô, matar), luego de asesinar a Hiparco.
Dos estatuas, esculpidas por Antenor, se erigen en su honor en el Ágora. Ambas son destruidas por Jerjes tras el saqueo de Atenas en 480 a. C., este mismo personaje persa tiene su presencia en la historia o mitología judía.
Jerjes en la Biblia
En el Libro de Esdras de la Biblia, Jerjes es mencionado con el nombre Asuero –Aḥashverosh (Ahasuerus en griego, אחשורש en hebreo)–.1 Durante su reinado, el de su antecesor (Darío I) y el de su sucesor (Artajerjes I), muchos samaritanos pidieron ayuda al rey de Persia con acusaciones contra los judíos.
A Jerjes también se le identifica como el rey Asuero del Libro de Ester,2 donde se indica que Asuero repudió a su reina consorte Vasti, debido a que ella se negó a obedecer su orden de aparecer como reina del imperio en una fiesta que el rey había organizado para mostrar las riquezas y poderío de su reino. Según las usanzas persas, tal comportamiento por parte de la reina debía ser castigado con su inmediata destitución. Una vez hecho esto, el rey debía elegir para sí una reina, por lo que después de reunir a un considerable número de jóvenes vírgenes de todo el imperio, Asuero escogió finalmente a Ester, cuyo origen judío ella había ocultado hasta al mismo rey.
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