Un tema preocupante y ocupante es cómo hablamos, o más bien el cómo se está perdiendo la identidad de género, es decir no hablo de discriminación sino de cómo se ha perdido o neutralizado el español, es una lengua que distingue a los géneros, el inglés en su gran mayoría es neutra y el hebreo como el árabe son más marcados.
Hay que ir por partes, para después continuar con el español.
Existen tres formas de tratar el género pudiendo llegar a la total neutralidad, no se si alguna lengua la tenga.
Inglés es una lengua anglo-germánica, éste es neutro en un noventa y tantos por ciento y no usa acentos escritos, el masculino y el femenino es igual en casi todas las casos el artículo “the” puede aplicarse a ambos géneros, ya que la terminación y la conjugación no suele cambiar en lo general.
El español esa una lengua romance y derivada del latín por ello también llamada lengua Latina, esta lengua al igual que el italiano, portugués y francés por citar algunas diferencias desde el artículo él, la, las, los, nosotros, nosotras, vosotros y ellos; la regla marca que el artículo sea escrito o mencionado o este sustantivo marca el género y la terminación, abundaré después.
Por su parte las lenguas semitas como el árabe y el hebreo, no solo tiene cada uno su propio alfabeto muy parecidos sino que en toda su construcción, marcan el género por ejemplo en español:
Yo nado, el o ella nada, nosotros o nosotras nadamos.
El hebreo o árabe se diría yo masculino nado/ella nada.
El nada, ella nadará, nosotros nadamos, nosotras nadamos o algo así.
Retomando, un tema que me preocupa desde hace años y o solo lo escucho en la calle, sino en radio y tv en voz de locutores, noticieros (cabe destacar que noticiero es el locutor y noticiario es el espacio en radio o Internet), es el cómo se está masculinizando el español, si bien hay muchos términos en femenino como la pilota es correcto, aunque me suene disonante, otros no me suenan mal como gerenta, capitana, lidereza, contadora o jefa. El FMI es dirigido por la contadora en jefa, esto se está perdiendo a paso veloz; no es válido decir la líder, aunque se acostumbre, lo correcto es la lidereza, la empresa lidereza, la taza lidereza y no líder.
Otro error común es decir la primer ministra, cuando lo acertado esla primera ministra, algunos todavía dicen, la presidente, la arbitro, la portero cuando estos tienen que terminar: la presidenta, arbitra o la portera.
Otra cosa que sigo sin entender cuando son puras mujeres y dicen nosotros o cuando se habla en singular “uno” cuando se usa una y peor cuando se habla de estados de ánimo, una mujer dice yo estoy aburrido.
No se si se deba a una indebida neutralización de la lengua, flojera o dar pasos atrás a logros de generaciones, en teatro hay directoras que dicen yo como director cuando habla en primera persona, lo correcto sería directora y si hablara como cargo en referencia a un tercero o en general tal vez sería válido aún tengo mis reservas al respecto.
Hace años en un programa estaba como locutor y tuve algún conflicto, estaba de moda “viaje a las estrellas, Vogayer y el Enterprise, éste a cargo de la comandante Kathryn Janeway y en ocasiones la traducían como La capitana, cuando en español es la capitana; William Shatner mejor conocido por algunos como el Capitán James T. Kirk dijo un término que aún me conflictúa y lo tradujeron como “la mujer capitán.”
En fin en el lenguaje está parte de la lucha.
Por lo tanto todos en alguna ocasión mal hablamos, y con ello no me refiero a usar el diccionario de la Academia de la Lengua o no usar barbarismos; es decir palabras de otras lenguas sino de usar géneros y términos en su contexto.
Un ejemplo claro se ve en juegos olímpicos, cabe aclarar que el término Olimpiada corresponde al periodo entre juegos olímpicos es decir ahora estamos en la olimpiada de Río y aquella para los próximos invernales entre otros.
Otro error es cuando dicen la primera ministro cuando lo correcto es la primera ministra, otro común cuando dicen la juez es la jueza, al leer el periódico nos damos cuenta de éstas y otras más.
De televisión no opino porque no la veo, pero en radio esto se repite infinidad de veces; el uso del lenguaje y las palabras no es fácil, ya que no nos hemos dado a la tarea de ver la raíz de cada palabra, cosa algo compleja en realidad.
Hay palabras que si se sacan de contexto tienen otros significados, un ejemplo es coger, si yo cojo todo el tiempo el celular par hablar, la pluma para escribir, la cámara para tomar fotos, ya que es sinónimo de tomar o agarrar, yendo al contexto sexual coge otro sentido el cual se entiende por sí solo.
Dentro de este ejemplo, en las máquinas ponen recoger, es decir volver a tomar el vaso con café, esto no es malo, sino normal, ya que por el desarrollo propio de la sociedad las palabras se va resignifcando y de sociedad en sociedad pueden cobrar, conservar o cambiar de manera radical.
El término error en algunos casos es una exageración en tanto que otros, no son tales si no dichos, es porque la sociedad lo acepta auque esté mal dicho.
Si cuando se lee, ve o escucha la presidente, la vocero, la líder, la juez o la poeta no reaccionamos y sobre todo las mujeres deben exigir que se diga la presidenta, la vocera, la lidereza, jueza o la poetisa, qué esperamos, peor aún cuando lo expresado por una mujer, qué podemos esperar, no solo del uso correcto, sino de la equidad, no hablamos inglés que es neutro en su gran mayoría.
El uso correcto del lenguaje en apariencia es superficial, cuando pasa por cuestiones tan delicadas como el género y porque no las obligaciones en busca de una equidad, es decir las personas dedicadas al hogar, en lugar de amas de casa abriría una realidad existente desde hace siglos, además de responder a una auténtica equidad.
Por ende el hablar con corrección en un derecho humano que nos incluye a todos.
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