Dra. Ruth Calderon

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La Dra. Ruth Calderon fue elegida en las últimas elecciones como parte del nuevo partido Iesh Atid -Hay futuro- para integrar el parlamento, por primera vez para ella, del Estado de Israel; También por primera vez hay en 27 mujeres parlamentarias.

La Dra. es una mujer que ha estudiado y estudia con gran provecho, es culta, bien informada y sabe usar sus conocimientos en pensamientos profundos y originales; la semana pasado dio su discurso inicial a los miembros del parlamento. El discurso impresionante y conmovedor fue muy aplaudido y recibió felicitaciones y abrazos de admiración y bien venda.


Presentamos, en una traducción libre, su discurso un tanto abreviado porque ofrece nuevas ideas para el futuro del judaísmo con respuestas para las exigencias del presente y del futuro y para una educación congruente con las necesidades y aspiraciones de una identidad consolidada en la información, el sentimiento y la razón

La Dra. empezó su presentación con un libro en la mano y dijo: Este libro cambió mi vida y es, en gran medida, la razón por la que he llegado hasta aquí y me puedo dirigir al Parlamento de Israel como una de sus miembro. Esta copia era de David Galadi, escritor, periodista, editor, conocido por Uds. Fue un gran honor para mí recibirlo de su hija, la escritora Shulamir Lapid. Yo no heredé conocimientos talmúdicos o un Talmud de mi abuelo. Nací y crecí en un barrio viejo de Tel Aviv, hija de Moshe Calderon, oriundo de Bulgaria que llegó a Palestina en su juventud después de los años difíciles de la guerra empezó a estudiar agricultura en la Universidad y fue llamado a la guerra de la libertad para defender Gush Etzion, mi madre nació en Alemania en una combinación de mala suerte: niña, judía, zurda y pelirroja. Una joven que llegó a la Jerusalén sitiada por los ingleses y allí conoció a mi papá. Cuando viajaron como pareja para conocer a la familia, no faltaron quienes le dijeran a Moshico que en verdad su mujer era simpática, pero ¿por qué casarse con una Ashkenazí?

Les cuento todo esto para decirles que crecí en una casa muy judía, muy sionista, no observadora -jiloni- tradicionalista que mezclo Ashkenazí y Sefarad dentro del ambiente israelí aceptado por la mayoría de los años sesenta y setenta. Fui educaba en el sistema escolar del gobierno con el espíritu del Tanaj, del Palmaj y no conocí la Mishnah, el Talmud, la Kabalah o el jasidismo. Cuando ya era una joven sentí que algo me faltaba, algo como israelí liberada y nueva como un ser nacido del mar… todo estaba bien, pero faltaba, me faltaba profundidad, me faltaban palabras, a mi vocabulario le faltaba pasado, historia, héroes, lugares, drama, cuentos. El hebreo moderno lo crearon educadores que construyeron el Estado, realizaron sus sueños y el hebreo se hizo guerrero, valiente, concreto y colorido, pero para mí tenía un espacio vacío y no sabía cómo llenarlo. Me encontré con el Talmud y me enamore del fácilmente, de su idioma, su humor, la profundidad de su pensamiento, su estilo de elaboración, su objetividad, su humanismo, la madurez que surgía de sus líneas. Sentí que había encontrado la tranquilidad espiritual que me faltaba.

Desde entonces estudio en el Beit midrash y en la Universidad Estudios Académicos; obtuve el doctorado en Talmud, en literatura talmúdica y en Torah. Trabajé sola y en grupos para obtener firmeza, funde alma, Centro de Cultura Hebrea en Tel Aviv, y unos años antes Elul, Beit Midrash para hombres y mujeres juntos, observantes y no observantes, el primero en Israel. Hace años que existe un movimiento de renovación judía que florece ahora y decenas de miles de israelíes estudian en marcos que no les dictan la forma correcta de ser judío o como vivir su vida. Estoy convencida de que estudiar las grandes obras de la cultura hebrea y judía es el camino para elaborar la nueva cultura hebrea en Israel.

Es imposible ir al futuro sin saber de dónde venimos, quienes somos, saber íntimamente los detalles, el cómo y cuándo. La Torah no es exclusiva de ninguna corriente. Es un regalo que recibimos todos y a todos nos es dada la posibilidad de concentrarnos en ella cuando creamos la realidad de nuestras vidas.

Nadie nos ha quitado el Talmud y la literatura rabínica, nuestras manos los entregaron cuando parecía que había cuestiones más urgentes e importantes: Construir el Estado, formar un ejército, crear la agricultura, la industria y otras. Ahora ha llegado el momento de volver a nosotros, a lo que es de nosotros. recuperar el tesoro de cultura que nos espera, a nuestros asuntos, a nuestra imaginación, a nuestra creación.

En vez de hablar de la belleza de este libro, quiero contarles un cuento del Talmud, cuento en miniatura del rab Rajumi y decirles algunas cosas sobre este momento y mis propósitos en el parlamente.

Rab Rajumi era rabino, pero antes era hombre, muy hombre, Rajumi en arameo es amor, Rajumi de la raíz rejem -matriz- alguien que sabe alimentar, que sabe recibir, como la matriz de una mujer que sabe alimentar a un bebe. Es una derivación muy bonita y feminista de nuestros sabios.

Rajumi era muy estudioso. firme en sus convicciones y capaz de gran concentración. Fue recibido en una yeshivah de Babilonia y era tan famoso que lo llamaban raba – El rabino- y tenía la costumbre {y les doy una pista, nuestros sabios no aman a los hombres que hacen cosas habitualmente, en general, si algo es habitual en el Talmud, en unas líneas, morirá, de ir a su casa – su casa en arameo es también su mujer, quien no tiene mujer, no tiene casa- a su mujer en la víspera de Yom kippur.

Uds., se dan cuenta que si se dice que tenía por costumbre ir a su casa en víspera de Yom kippr, nos ofrece una medida de ironía. Que quiere decir una vez al año cada vez, no es mucho y nosotros también pensamos: qué clase de fecha escoge un hombre para ir a su casa, su mujer, en vísperas de Yom Kippur que no es un día precisamente de intimidad; es un día de rezos y ni siquiera en la casa.

Se dice que uno de esos días de una vez al año, exageró tanto el estudio en el beit midrash que se le olvidó su hábito, no podía abandonar sus estudios y no salió a tiempo. no fue a su casa.

Su mujer lo esperaba pensando: ya llega, con la esperanza de la lealtad, escucha todos los pasos de fuera, los sonidos del teléfono, todo golpe en la puerta, segura de que es el que llega, pero no llega.

En algún momento entiende que ese año ya no llegará, tal vez el sonido del shofar le da la certeza de que no llegará el esperado. Esa mujer que espero todo el año, que espero muchos años, ya no puede resistirlo más, su conciencia se debilita, se desespera, esta triste, pierde el control y le brota una lagrima activa, no pasiva, que resbala por su mejilla después de años de no llorar.

Ahora tenemos que imaginar una pantalla dividida en dos partes, en una la cara de la mujer con la única lagrima que resbala por su vida, En la otra esta rab Rajumi, extremadamente pálido se siente purificado después de muchas horas de ayuno. Estudia Torah en el techo con las estrellas, se siente muy cerca del cielo. Esta sentado en el techo cuando cae la lagrima del ojo de la mujer. Se abre el techo bajo sus pies y cae al suelo, aterriza su alma y muere.

¿Qué podemos aprender del rab Rajumi y su mujer? ¿De este lugar y de mi trabajo en él? Primero aprendo que quien olvida que esta sobre los hombros de otro se caerá. Aprendo que la justicia, la certeza no está pegada a la Torah a costas de los sentimientos ajenos, aprendo que en una discusión el otro tiene partes justas y debo entender que ambos tenemos partes justas. La mujer y Rab Rajumi sienten que hacen lo correcto y son responsables por la casa; muchas veces sentimos que la mujer espera, va al ejército, hace el trabajo, mientras otras están en la azotea estudiando Torah, A veces otras personas sienten que llevan toda la carga de la tradición, de la cultura sobre sus hombros y nosotros vamos al mar y nos divertimos.

Ojalá que recuerde siempre que soy representante de la comunidad y debo cuidar la limpieza de las manos y el corazón, que yo y el otro sentimos toda la responsabilidad por la casa, hasta que no lo entienda no captare los problemas completamente y no podré encontrar soluciones. Los invitó a todos a años de quehacer parlamentario con entendimiento y respeto al otro. Aspiró a una situación en que el estudio de la Torah sea el campo de todo Israel. La Torah está en la base de la fraternidad y todos lo que quieran sembrar que vengan a sembrar, que todos los ciudadanos jóvenes de Israel sean parte de la carga en los estudios, en el estudio de la Torah y en el servicio en el ejército, en el servicio nacional y juntos construiremos la casa y no se debilitara la conciencia. Aspiró al día en que el peso de la nación sea compartido con justicia e igualdad por todos los estudiantes, alumnos y alumnas, de acuerdo con la calidad de los estudios y no de acuerdo con sus relaciones grupales. Que los beit midrash, las organizaciones y las comunidades no observantes, pluralistas, alcancen el apoyo igualitario y justo con los beit midrash ortodoxosos y extremistas. Con la competencia sana crecerá la Torah.

Quiero recordar a mi maestro rav David Hartmman que falleció la semana pasada, quien me abrió las puertas de su bit midrash y construyó el idioma del judaísmo valiente y alimentador. Bendita sea su memoria.

Quisiera terminar con una oración escrita por mi amigo Jaim Haiimes que está a la entrada del parlamento.

Ojalá el Señor me acompañe y mis actos sean para el bien de los ciudadano del Estado de Israel. que mejore la sociedad que me dio esta misión con paz y justicia para nosotros y nuestros vecinos. Ojalá siempre recuerde que soy representante del público y debo puntualizar la limpieza de manos y corazón. Ojaló lo realicemos en todos nuestros actos. Yo agrego con mi partido pequeño, Iesh Atid que cuidemos la cultura especial de fraternidad y cooperación, que sigamos unidos y nos quedemos en el parlamento, que logremos realizar el sueño y cambiar para bien.

Acerca de Alicia Korenbrot

Nació en la Ciudad de México, terminó sus estudios de Filosofía en la UNAM, es Escritora y traductora. Actualemente reside en Israel.

1 comentario en «Dra. Ruth Calderon»
  1. Excelente artículo. Bz’H que todos los que piensan en Eretz Israel y viven para enriquecer aAm Israel en todos su sentido, reciban berajot, Jojmá, biná y daat.

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