Tras las reñidas elecciones israelíes del pasado 10 de febrero, el partido ganador “Kadima” liderado por Tzipi Livni, de nuevo se inclina a formar un gobierno de unión nacional, postura semblanteada desde el pasado año. El “Likud” con Netanyahu al frente, propone en cambio una alternancia en el poder, con un gabinete de unión, para no depender de la extrema derecha. Dichas fórmulas de política no son nuevas en Israel, por lo que de seguro con un poco más de tiempo, se resolverá la mejor fórmula para la nación judía, con las políticas adecuadas para hacer frente a las amenazas de Hamas y sus patrocinadores iraníes.
Por otro lado y después del contratiempo surgido por el obispo Richard Williamson con su negación de los alcances del Holocausto, el mismo Papa Benedicto XVI declaró que: “cualquier negación o minimización de este terrible crimen es intolerable”, y “más aún si procede de un clérigo”. Se informó además que probablemente para el mes de mayo próximo, el Papa visite Israel. Sobre lo mismo (y no creemos que sea coincidencia), en Berlín se ha expuesto al público una serie de 28 planos inéditos de las construcciones de los campos de concentración de Auschwitz- Birkenhau, que llevaron a cabo los SS y que de nueva cuenta confirman a plenitud los métodos de exterminio industrial de personas, por el régimen nacionalsocialista de Alemania de los años 40’s.
En otro orden de acontecimientos, no cabe duda que los pronósticos para el presente año de 2009 -desde sus inicios-, se han venido cumpliendo en el marco de esta nueva crisis, que con antelación se había anunciado; lamentablemente hay que sumar a esta gran turbulencia, el reciente cambio presidencial del país más influyente en aciertos y errores del orbe. El grado de incertidumbre de todo esto -según nuestro criterio-, se ha ampliado debido a los modernos medios de comunicación, que lejos de calmar o presentar programaciones adecuadas de altura, donde se puedan visualizar algunas esperanzas o soluciones, han actuado como verdaderas cajas negativas de resonancia del descontrol de políticos de todo rango, cámaras de comercio e industria, y hasta de particulares o prominentes hombres de empresa, agregando una buena dosis de pesimismo, que lejos de tratar de mantener la actividad -por raquítica que sea- sume al país en una verdadera y profunda recesión.
Se dice que el mal vino de afuera; por lo tanto y en teoría, deberemos esperar las soluciones que surjan, de los mismos lugares donde se creó, pues infortunadamente México desde aproximadamente 25 años con el TLC y la globalización, perdió -entre otras muchas cosas- su soberanía y posible capacidad interior de recuperación económica. De esos polvos, son estos lodos.
Artículos Relacionados: