El Departamento de Ciencias Políticas del Brooklyn College Niega Igualdad de Expresión y Libertad Académica a Estudiantes y Profesores Pro Israel

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La campaña internacional para deslegitimar a Israel para someter al estado judío – y sólo al estado judío – al boicot, desinversión y sanciones (BDS) ahora ha llegado al más improbable de los lugares: Brooklyn College. El departamento de ciencias políticas de esa universidad ha votado copatrocinar un evento de campaña en el que sólo disertantes pro-BDS abogarán por una política que es tan extrema que, incluso, la Autoridad Palestina la rechaza.

El cartel para el evento BDS dice específicamente que el evento está “respaldado por… el departamento de ciencias políticas del BC.” La campaña BDS acusa a Israel de “apartheid” y aboga por la elaboración de listas negras de académicos judíos israelíes, que es probablemente ilegal y ciertamente inmoral. Los dos oradores en el evento niegan el derecho de Israel a existir, comparan a Israel con los nazis y alaban a grupos terroristas como Hamas y Hezbollah.


El presidente del Brooklyn College afirma que este copatrocinio no constituye aprobación por parte de la universidad y que es un asunto de libertad de expresión y la libertad académica. Pero cuando un departamento de una universidad oficialmente copatrocina y apoya un evento abogando el BDS contra Israel, y se niega a copatrocinar y apoyar un evento oponiéndose al BDS, entonces sí constituye un respaldo oficial. La libertad de expresión y la libertad académica requieren igualdad de acceso para ambos lados de una controversia, no el patrocinio oficial y el respaldo de una parte en detrimento de la otra. El dedo de un departamento académico no se debería colocar sobre la balanza, si el mercado de las ideas siguiera siendo igualmente accesible a todas las partes de una controversia.

No tengo ningún problema con una campaña de BDS llevada a cabo por estudiantes radicales en el Brooklyn College o en cualquier otro lugar. Los estudiantes tienen derecho a promover causas inmorales en los campus universitarios. Tampoco tengo un problema con un evento patrocinado por la habitual izquierda dura, grupos anti-Israel y anti-estadounidenses, tales como algunos de los que están copatrocinando este evento. Mi única objeción es hacia el patrocinio oficial y la aprobación de los BDS por parte de un funcionario del departamento de una universidad pública (o privada para el caso).

Fui una vez un estudiante en el Brooklyn College para especializarme en ciencias políticas. En aquella época, los departamentos no tomaban posiciones oficiales sobre cuestiones políticas controvertidas. Ciertamente no patrocinaban ni promocionaban el tipo de discurso de odio que puede esperarse en este caso, si los antecedentes de los oradores pueden servir de guía. El presidente de la universidad dice que esto es una cuestión de libertad académica. Pero, ¿La libertad académica de quién? ¿Los “departamentos” – a diferencia de los miembros individuales del profesorado – tienen realmente el derecho a la libertad académica? ¿El departamento de ciencias políticas del Brooklyn College representa sólo a la izquierda dura de su profesorado? ¿Qué pasa con la libertad académica de los profesores que no apoyan la posición oficial del departamento? Un miembro del profesorado del Brooklyn College ha observado correctamente que:

Boicotear a académicos es lo contrario de la libertad de expresión. Simboliza el silenciamiento de las personas basándose en su raza y religión.

¿Acaso el departamento de ciencias políticas sólo representa a los estudiantes que se especializan o toman cursos en ese tema? Sé que, como estudiante, no querría estar asociado con un departamento que apoya oficialmente el boicot, desinversión y sanciones contra Israel. Mi libertad académica se vería comprometida por tal asociación. Me preocuparía también que un departamento que fuera tan anti-Israel me bajara la nota o rechazara recomendaciones si fuera percibido como pro-Israel, o incluso neutral. No me sentiría cómodo expresando mi libertad académica en tal departamento. Estoy seguro de que hay muchos estudiantes en el Brooklyn College que sienten lo mismo. ¿Qué pueden hacer para expresar su libertad académica? ¿Deberían combatir fuego con fuego promoviendo boicot, desinversión y sanciones contra el departamento de ciencias políticas o contra el Brooklyn College? ¿Eso también sería un ejercicio de libertad académica?

Si yo fuera un estudiante del Brooklyn College, hoy en día, y un oponente de BDS contra Israel, no haría una especialidad en ciencias políticas. Me preocupa que mis posibilidades de entrar en una buena escuela de leyes, o un programa de posgrado, se pusieran en riesgo. Escogería un departamento – o una universidad – que fuera menos politizado y más académicamente imparcial.

La libertad académica no incluye el poder de los miembros del departamento o del profesorado para hacer proselitismo y propaganda a estudiantes cautivos cuyas calificaciones y futuro dependen de las evaluaciones de la facultad. Es por eso que los departamentos académicos no deben tomar posiciones políticas que atenten contra la libertad académica de los estudiantes o profesores disidentes.

Puedo entender que el departamento de ciencias políticas patrocine un verdadero debate sobre el boicot, la desinversión y las sanciones, en el que estén representadas todas las partes por igual. Esa puede ser una experiencia educativa digna del patrocinio departamental. Pero el evento en cuestión es pura propaganda y apoyo político unilateral. No hay nada académico en esto. ¿El departamento de ciencias políticas del Brooklyn College patrocinaría y apoyaría una noche anti-desinversión? ¿Me patrocinarían y apoyarían a mí, un graduado de ese departamento, para presentar mi punto de vista a sus estudiantes? ¿Patrocinarían a un radical, pro asentamientos, extremista israelí para hacer propaganda a sus estudiantes? ¿Quién le dio al departamento la autoridad para decidir, como departamento, a qué lado apoyar en este altamente contencioso debate? ¿Cuáles son las implicaciones de tal apoyo departamental? ¿Podría el departamento de ciencias políticas votar ahora para ofrecer cursos abogando por el BDS contra Israel y graduar estudiantes en función de su apoyo a la posición del departamento? ¿Otros departamentos deberían ahora presionar para apoyar el BDS contra China, Venezuela, Cuba, Rusia, la Autoridad Palestina y otros permanentes violadores de los derechos humanos?

Basado en mi conocimiento del departamento de ciencias políticas del Brooklyn College, el mismo nunca votaría para patrocinar y apoyar una campaña contra el BDS contra Israel, o una campaña de BDS contra países izquierdistas, islámicos, anti-Israel o anti-estadounidenses, que son genuinos violadores de los derechos humanos.

Las universidades, y algunos departamentos en particular, se están convirtiendo rápidamente en más políticos que académicos. Esta tendencia amenaza la libertad académica de los estudiantes y profesores disidentes. También amenaza la calidad académica de tales instituciones.

El departamento de ciencias políticas del Brooklyn College debería salirse del asunto de patrocinar y respaldar propaganda política unilateral y debería dejar de tratar de ejercer influencia indebida sobre el libre mercado de las ideas. Esa es la verdadera violación de la libertad académica y la libertad de expresión.

Debería darle vergüenza al departamento de ciencias políticas del Brooklyn College por invocar falsamente la libertad académica y la libertad de expresión, negando iguales libertades a aquellos que disienten con sus políticas extremistas

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion: www.porisrael.org

Acerca de Alan M. Dershowitz

Professor Alan Dershowitz of Harvard Law School has been described by Newsweek as "the nation's most peripatetic civil liberties lawyer and one of its most distinguished defenders of individual rights." Time magazine, in addition to including him on the cover story on the "50 Faces for the Future," called him "the top lawyer of last resort in the country -- a sort of judicial St. Jude." Business Week characterized him as "a feisty civil libertarian and one of the nation's most prominent legal educators." He has been profiled by every major magazine ranging from Life ("iconoclast and self-appointed scourge of the criminal justice system"); to Esquire ("the country's most articulate and uncompromising protector of criminal defendants"); to Fortune ("impassioned civil libertarian" who has "put up the best defense for a Dickensian lineup of suspects"); to People ("defense attorney extraordinaire") and to New York Magazine ("One of the country's foremost appellate lawyers"). More than 50 of his articles have appeared in the New York Times Magazine Book Review, and Op- Ed Pages. He has also published more than 100 articles in magazines and journals such as The Washington Post, The New Republic, Saturday Review, The Harvard Law Review, and the Yale Law Journal. Syndicated, more than 300 of his articles have appeared in 50 United States daily newspapers, including The Los Angeles Times, San Francisco Chronicle, The Boston Herald, and The Chicago Sun Times. His essay "Shouting Fire" was selected for inclusion in "The Best American Essays of 1990." Mr. Dershowitz is the author of a dozen fiction and non-fiction works. His writing has been praised by Truman Capote, Saul Bellow, William Styron, David Mamet, Aharon Appelfeld, A.B. Yehoshua and Elie Wiesel. More than a million of his books have been sold worldwide. Professor Dershowitz's latest book is a novel, The Trials of Zion (2010). His book, Preemption: The Knife that Cuts Both Ways, was published by WW Norton in February 2006. Titles among his other books include: The Case For Peace (2005), America On Trial (2004), The Case For Israel (2003), and Why Terrorism Works (2002), Supreme Injustice: How the High Court Hijacked Election 2000, Letters to a Young Lawyer, and Shouting Fire: Civil Liberties in a Turbulent Age. The Advocate's Devil was published by Warner Books in 1994. The New York Times Book Review gave Dershowitz's first novel "A thumbs up verdict...exciting, fast paced, entertaining." The Times hailed this courtroom thriller as "a dazzling, often rather graphic portrayal of that greatest of all oxymorons -- legal ethics." The Advocate's Devil was made into a Tri-Star television movie. Also in 1994, Little, Brown & Company published The Abuse Excuse, a provocative collection of essays examining the relationship between individual responsibility and the law. His other full-length publications include Contrary to Popular Opinion, Chutzpah, Taking Liberties: A Decade of Hard Cases, Bad Laws, and Bum Raps, Reversal of Fortune: Inside the von Bulow Case, and The Best Defense. Professor Dershowitz's writings have been translated into French, German, Hebrew, Japanese, Thai, Chinese, Italian, Spanish, Swedish, Danish, Russian, and other languages. His clients have included Anatoly Shcharansky, O.J. Simpson, Claus von Bulow, Michael Milken, Jonathan Pollard, Leona Helmsley, Jim Bakker, Christian Brando, Mike Tyson, Penthouse, Senator Mike Gravel, Senator Alan Cranston, Frank Snepp, John Landis, John DeLorean, David Crosby, Dr. Peter Rosier, Wayne Williams, Fred Wiseman, Patricia Hearst, Harry Reems, Stanley Friedman, the Tyson brothers, various death row inmates, Rabbi Meir Kahane, and numerous lawyers including F. Lee Bailey and William Kunstler. He has been a consultant to several presidential commissions and has testified before congressional committees on numerous occasions. In 1983, the Anti-Defamation League of the B'nai B'rith presented him with the William O. Douglas First Amendment Award for his "compassionate eloquent leadership and persistent advocacy in the struggle for civil and human rights." In presenting the award, Nobel Laureate Elie Wiesel said: "If there had been a few people like Alan Dershowitz during the 1930s and 1940s, the history of European Jewry might have been different." He has been awarded the honorary doctor of laws degree by Yeshiva University, the Hebrew Union College, Monmouth College, and Haifa University. The New York Criminal Bar Association honored Professor Dershowitz for his "outstanding contribution as a scholar and dedicated defender of human rights." Alan Dershowitz was born in Brooklyn, graduated from Yeshiva University high school and Brooklyn College. At Yale Law School, he was first in his class and editor-in-chief of the Yale Law Journal. After clerking for Chief Judge David Bazelon and Justice Arthur Goldberg, he was appointed to the Harvard Law faculty at age 25 and became a full professor at age 28, the youngest in the school's history. Since that time, he has taught courses in criminal law, psychiatry and law, constitutional litigation, civil liberties and violence, comparative criminal law, legal ethics and human rights. He has lectured throughout the country and around the world -- from Carnegie Hall to the Kremlin. Professor Dershowitz continues to play basketball, regularly attends Boston Celtics home games, and occasionally comments on the Boston sports scene. In his speeches, versatile civil libertarian Alan Dershowitz addresses social, legal and ethical issues:     Legal Issues: 'Why Good Lawyers Defend Bad Clients,' and 'Global Perspectives on Justice and Civil Liberties'        Social Issues: 'Religion Politics and the Constitution,' and 'The Genesis of Justice'        Ethics and Values: 'Does Organized Religion Have an Answer to the Problems of the 21st Century,' and 'Legal and Moral Struggles; Unpopular Cases and Causes'    Professor Dershowitz resides in Boston. Copyright 2005, The Harry Walker Agency, Inc. All Rights Reserved.

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