El mundo judío cumple hoy, miércoles, el ayuno de Taanit Ester, previo a Purim, una fiesta de alegría, banquetes y disfraces.
Meguilat (pergamino o libro de) Ester cuenta que el primer ministro de Persia, Hamán, un descendiente de amalequitas que odiaba a los judíos, convenció al rey Ajashvérosh (Asuero) de aniquilar a esa comunidad e 13 de adar del año 3405 (1356 A. E. C.), razón por la cual todos ayunaron para cambiar su destino.
Tras el éxito de este accionar se instauró el precepto para todos los años, a modo de preludio a la festividad, pero cuando ésta cae viernes o sábado, la abstinencia se anticipa al jueves, ya que está prohibido hacerlo en el descanso sabático o su víspera.
La historia, que también se encuentra en el apartado de las Escrituras (Ketuvim) del TaNa”J (Biblia hebrea), relata que el presuntuoso funcionario no toleró la negativa a prosternarse ante él de Mordejái, tío de la flamante reina, Hadasa o Ester, quien omitió decir que era judía, y aprovechó para idear un plan de aniquilación de todo su pueblo.
Anoticiado del plan exterminador, éste le informó a su sobrina que todos ayunarían, se arrepentirían de sus pecados y rezarían para revertir el designio y le encomendó que hiciera lo propio y luego tratase de convencer al monarca de cambiar de opinión.
La reina se arriesgó a molestar el descanso de su marido, lo cual podría haberle costado la vida, y lo convenció de organizar una cena para ambos y Hamán, durante la cual le reveló los planes del primer ministro.
Ajashvérosh ordenó que éste fuese ahorcado por querer asesinar a la reina y a su pueblo y autorizó a los judíos a enfrentar a sus enemigos, a los cuales derrotaron.
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