Llegué a la capital y tuve que decidir con quien iba a vivir, opté por mi madre y su segundo esposo. Desafortunadamente las cosas no salieron bien, a los pocos días me enviaba sola en un taxi, con mi petaquita y sin mi muñeca, a casa de mi padre quien había contraído nupcias con una mujer guapa y joven. Mi madre no me dio explicación y tampoco otra opción. Comprendí que yo representaba para ella solo un gasto adicional.
Mi padre y su esposa me recibieron muy bien, pero ellos estaban ocupados en su trabajo, en sus amistades y en la nueva familia que estaban formando. Al principio fue muy difícil adaptarme a mi nueva escuela. Pero mi carácter positivo y alegre me ayudo mucho, inclusive a tener nuevas amistades.
Mis Hermanos y yo.
Lo que mas deseaba era formar un hogar propio y así fue como a los 17 años contraía matrimonio. Sin embargo mi sueño no se realizó, di a luz a cuatro hermosas criaturas pero tuve un matrimonio espantoso, ya que debido a mi juventud e inexperiencia no era la ama de casa perfecta ni tampoco la compañera ideal, sin embargo lo que más me duele ahora es haber aceptado los maltratos físicos y sicológicos de los que fui objeto a manos de mi esposo.
Cuando decidí divorciarme, conté con el apoyo de mi padre. Firmamos el divorcio civil, y a la semana siguiente el fallecía trágicamente en un accidente automovilístico mientras conducía con la amante en turno. Días antes me llamo y suplicó que aceptara salir con el para conversar, en esa ocasión con llanto en los ojos y voz desgarrada me pidió perdón, yo lo perdoné, cerrando así otro circulo más de mi vida. De acuerdo a la religión judía mi estado civil era viuda, ya que no alcanzamos a obtener el divorcio, debido a esto me vi obligada a guardar un periodo de duelo de 7 días a lado de mi familia política. Para mi fue una experiencia traumática y dolorosa, su madre no dejaba de hacerme responsable de la muerte de su hijo.
Dos años después decidí establecerme en Israel con mis hijos, resultando esto un reto más difícil de lo que creí.
Hoy en día vivo sola en un departamento pequeño y sencillo, pero muy acogedor. Me dedico a estudiar actuación, participo en talleres de literatura independientemente de que también trabajo fuera de mi casa y a pesar de no haber tenido una formación académica superior, he publicado dos libros y escrito dos guiones para películas, y contribuyo en la revista del foro judío desde hace aproximadamente 20 años.
Yo con mis hijos.
Los recuerdos de Tampico han quedado atrás y al mismo tiempo siempre están presentes en mi corazón… mi hermano David es un prestigiado Doctor, reconocido mundialmente.
Actualmente disfrutó del cariño y admiración que mis hijos me profesan. Todos ellos son profesionales y han formado sus propias familias
Mis deseos de la niñez se han cumplido con creces. No tengo una mesa con cuatro sillas sino una grande, en donde mis hijos y sus respectivas familias se sientan alegrando mi casa con risas y alegrías. Mi espejo ahora refleja todos esos deseos convertidos hoy en una dulce realidad.
Querida Esther ,mi amiga de tantos anos te admiro,que D-s te de salud,que tengas muchas Najes de la linda familia que formaste, te lo mereces.Besos