En las últimas horas el paisaje israelí transita rápidamente del dilatado rojo a un negro pesimismo. Todos los funcionarios – incluyendo el ministro – encargados de la pública salud debieron aislarse después de haber sido afectados por el virus. En las últimas fechas el número de casos por día supera los 3500, y afecta en especial a los sectores relativamente jóvenes que frisan los 40 años. En contraste el porcentaje entre los ciudadanos mayores de 70 se ha reducido considerablemente: apenas se aproxima al 10 por ciento. Cabe agregar que aumenta la cantidad de niños y maestros acatados por el covid, situación que ha conducido de momento al cierre de 1300 escuelas en el país.
Hechos y tendencias que deberían conducir a firmes decisiones gubernamentales orientadas a poner freno a este crecimiento exponencial de afectados y muertos. Sin embargo, las escisiones tanto en el gobierno como en la población se antojan hoy irremediables y gestan un escenario caótico.
El primer ministro Netanyahu se ve frenado por las presiones – y el futuro voto – de los círculos ortodoxos judíos donde los contagios son amplios debido al tamaño de sus familias respecto al espacio hogareño. Éstos se oponen a cualquier cierre de las actividades considerando la cercanía de las fiestas de Año Nuevo judío.
Por razones desiguales el gobierno parece igualmente incapaz de imponer disciplina a las poblaciones árabes localizadas en el norte del país. Aparentemente, falta el recurso policial para imponerla, o se temen los ecos que un duro trato podría generar en el ámbito internacional cuando en los próximos días se festejará en Washington el alcance del Tratado Abraham entre Israel y los emiratos.
En suma: un oscuro escenario donde está en juego no sólo la salud pública del país; también la calidad y las orientaciones de su gobierno.
Desde hace semanas que leo que en Israel se esá produciendo ola tras ola del Convid-19, cuando en otros países, especialmente de Europa, se están reponiendo poco a poco de la pandemia, SIN NINGUN BROTE NUEVO. A mi me parece muy sospechoso, ustedes qué piensan? Sólo en Estados Unidos e Israel, los dos países democráticos por excelencia, están ocurriendo nuevos brotes. Estoy segura de que allí hay MANO NEGRA de algún país o entidad politica que quiere lastimar especialmente a estos dos países.