Yosef fue encarcelado por ser bueno, no pecó con la esposa de Potifar, ésa lo difamó y terminó en prisión. ¿Acaso no podía alegar, “D-s hago el bien, y, ¿así me recompensas?”?. Pero sabemos que estuvo tranquilo ahí, pasó doce años en una cárcel egipcia. ¿Cómo logró esa paz?
La palabra hebrea shalom, “paz”, proviene de shalem, “completo”, “entero”. Por otro lado, la palabra “majloket” (comúnmente traducida como “pleito”) tiene la raíz que forma la palabra “jélek”, “fragmento”. Esto enseña que cuando no hay paz entre dos personas o dentro del mismo individuo es porque está viendo una parte del todo, un fragmento de algo más grande. Si pudiese ver toda la película, entendería todo, apreciaría el punto de vista de su compañero y podría estar en paz consigo mismo.
Yosef estaba con paz, sabía que D-s tenía otros planes para él… planes grandiosos, de hecho. Por eso pudo permanecer en paz bajo toda circunstancia. Su visión no estaba limitada. Cuando sus hermanos estuvieron en su poder no ejerció la cualidad de venganza, la dulce venganza. Al revés, los apaciguó, les pidió que no se sintieran mal por haberlo conducido a Egipto. Les explicó que todo había sido parte de un plan Divino. Eso es paz, shalom, que es lo mismo que shalem, entero, ver todo, captar que hay un propósito en todo lo que sucede. Si recordamos esto diariamente tendremos más paz y menos pleitos.
Rabí Jonathan Rietti
Buena semana
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