Viajar a lo extenso del territorio Italiano es como hojear un voluminoso libro de historia, que nos va ilustrando a distancia, con sus tesoros históricos, pictóricos, y religiosos que son incalculables, ya sea de norte a sur. Es en lo alto de sus cadenas montañosas como los Alpes, los Apeninos, que nos lleva a adentrarnos aún más en este territorio de valles y de llanos con bajas colinas o imponentes macizos que nos invitan a entrar en encantados pueblos fortalezas. Como es Soncino, un cautivador Burgo de 7.000 habitantes, próximo a Cremona, Brescia (Italia), con su notable importancia en la impresión de textos de la religiosidad judía. Ver este espectáculo de la naturaleza unido a la historia de muchas comunidades judías en la zona, es admirar una trayectoria de antiguas sinagogas, es adentrarse por la llanura Padana, el Piamonte, Lombardia, Veneto, Emilia Romagna, con sus 53 sinagogas en un total de 106, que fueron construidas en el territorio, zonas primordiales, especialmente como fue Venecia anterior a Roma. Este mundo fecundo de religiosidad, costumbres, arquitectura y sabores, se le puede acompañar con la perfección de los caracteres tipográficos hebraicos en las obras, de impresores judíos de esa época. Ya en el siglo XII los hebreos comenzaron a ser una concentración relevante en este país. Así en 1454, arriba a Soncino la familia de Yehoshua ben Israel Natal que abre el camino a la imprenta, en este reducido pueblo de planicies, que le creará el apellido a esta ilustre Familia Soncino, siendo originarios de Spira (Speyer,) Alemania entre Basilea e Magonza.
Soncino, encantador pueblo fortaleza que en aquella época estaba bajo el dominio de los Sforza y de la República Veneciana, su belleza arquitectónica, es tal como su roca sforzesca, conformada por cuatro torres castellanas, siendo residencia del capitán. En el mismo burgo estaba la casa-torre en Vía Lanfranco n°6 donde funcionaba la tipografía de Yehoshua Shelomoh, allí él y el resto de la familia trabajaron con voluntad religiosa, y deseos de difundir su cultura. En la cuál fueron reproducidas 25 ediciones de la biblia, además de innumerables obras de autores judíos. Por decreto de Carlo Azeglio Ciampi Presidente de la República de Italia esta localidad paso al rango de ciudad. Su notoriedad se la otorgaron estos impresores, como se puede apreciar en el museo de la imprenta de Soncino, las máquinas, los tipos y las ilustraciones que realizaron, para divulgar algo tan precioso como es la Biblia Hebraica Completa. Es en 1488 que en este Borgo diSoncino, di Cremona que asume el prestigio máximo,el de haber grabado la PrimeraBiblia Hebraica Completa (editio prínceps) por mérito de Yehoshua Shelomoh. Se podría aludir además, que ya en 1455 en Magonza, Alemania, Gutenberg había publicado la primera impresión a carácter móviles. En el museo de esta ciudad, encontramos el elogio que le hace su gente a esta familia de tipógrafos, como primera parte de la muestra, siguiendo el trascurso están las técnicas de incisiones y por tercera parte y última las incisiones en el arte y en la gráfica realizada al más alto nivel.
En 1527 cuando se terminó de imprimir la Biblia Completa, la familia Soncino se vio en la obligación de transferirse de ciudad, debido a la situación creada entre autoridades civiles y religiosas, que no era de lo mejor. Solo permanecieron en el burgo por algunos años, los primos Gershom y Shelomoh que continuaron, imprimiendo más de 5 obras.
Yehoshua se había transferido a Nápoles, dónde muere en 1493. Continuará Gershom considerado el más talentoso de la familia, y el más grande impresor judío de todos los tiempos (con 200 Libros impresos, entre ellos la tercera edición de la biblia completa hebraica en Nápoles 1491-92 con incipit, dejando espacios en blancos para contener ornamentos pintados a mano, miniados, algo raro en los libros hebreos, pero no en los latinos de esos tiempos), deja Italia para reencontrar a su hijo Mosheh en Turquía- Griega. Su trabajo lo llevó después a Salonicco y a Constantinopla, fino al 1534 data de su muerte. Dos de sus hijos se agregaron al trabajo de impresores en Turquía y Egipto hasta 1557.
La historia de cinco generaciones de impresores judíos, que se desplazaron en tres continentes creando libros sagrados, siendo los primeros en la imprenta judía en Italia.
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