Un pensamiento recurrente en la mente de las personas es que el registro de patentes es propio de grandes corporaciones, universidades o inventores respaldados por grandes inversionistas, que es un proceso que requiere mucho tiempo, gastos en asesoramiento y costos de mantenimiento.
Teniendo esto en mente y, como punto secundario, sabiendo la WIPO (World Intellectual Property Organization) que la cultura de protección al material intelectual no estaba tan desarrollada en países en vías de desarrollo, se dio a lugar del 6 al 14 de Septiembre de 1999 una serie de sesiones donde se analizó el cómo podría generarse dentro de las naciones adscritas a la WIPO un ambiente en el que el registro de patentes pudiera ponerse al alcance de cualquier persona u organización que contara con un invento digno de ser registrado, un ambiente donde el registro de la actividad inventiva pudiera hacerse más accesible a las personas, organizaciones o universidades que no contaran con un patrocinador o que simplemente no tuvieran los fondos suficientes para poder dar paso al proceso de registro de su propiedad intelectual.
Fue a partir de esta necesidad y de poder generar un fortalecimiento de la protección de la propiedad intelectual en las diferentes naciones, que las diversas oficinas adscritas a la WIPO se dieron a la tarea de presentar sus ideas al “Comité Permanente Sobre el Derecho de las Patentes” (SCP por sus siglas en ingles) de la Organización Mundial de Propiedad Industrial (WIPO)
Analizando las diferentes opciones presentadas por las diferentes PTO’s, se llegó a la conclusión de que la medida más adecuada para generar un ambiente propicio de protección intelectual de acuerdo al desarrollo económico e industrial de cada nación perteneciente a la WIPO, donde las diferentes figuras de actividad económica pudieran aprovechar la medida y generar así un crecimiento en la protección de material intelectual, beneficios a nivel macroeconómico y ventajas a nivel macroeconómico.
Fue en la segunda sesión que la comisión de Sudán presentó la propuesta que se convertiría en la base del mecanismo:
“El SCP recomienda que cada Estado miembro de la OMPI y, cuando los Estados miembros de la OMPI sean miembros de organizaciones intergubernamentales que tengan competencias en la esfera de las patentes, dichas organizaciones, adopten una política en el sentido de que todas las tasas que han de pagarse a la Oficina de esos Estados y organizaciones se reduzcan en un 50% para cualquier solicitante o titular de una patente que sea una persona natural, sin perjuicio de su nacionalidad o residencia.”
A partir de esta propuesta se comienza a desarrollar lo que sería un mecanismo de reducción de tasas en el proceso de registro y mantenimiento de propiedad intelectual.
Aunada a esta propuesta se comienzan a desarrollar las diferentes condiciones que se tendrían para poder aprovechar esta medida, cambiando de acuerdo a las políticas de cada nación.
Algunas de las condiciones estipuladas fueron:
· Una persona natural que es inventor, es decir una persona física que tenga por actividad productiva la invención.
· Ciertos tipos de personas jurídicas, como las pequeñas y medianas empresas (PYME), es decir, empresas u organizaciones que en su país de origen sean reconocidas como pequeñas y medianas empresas.
· Las organizaciones sin fines de lucro, Refiriéndose a organizaciones en el que su objetivo primario no sea el de generar utilidades.
· Los institutos de investigación, son aquellas organizaciones e instituciones dedicadas a la investigación y desarrollo científico.
Los tipos de tasas sujetos a reducción podrían determinarse teniendo en cuenta aspectos tales como el apoyo económico que puedan recibir los solicitantes y el funcionamiento financiero de la Oficina. Sin embargo, se dejó estipulado que casi todas las oficinas que contemplan la reducción de tasas reducen, como mínimo, las tasas de solicitud y de mantenimiento o anuales, siendo que en total sólo 5 oficinas permiten una reducción respecto a todas las tasas, mientras que otras limitan las reducciones a ciertos tipos de tasas. Treinta oficinas prevén la reducción en la tasa de solicitud y veintiocho oficinas sobre las tasas de mantenimiento o anualidades, en cuanto las tasas por presentación de recurso o de las tasas de examen acelerado fueron muchas menos oficinas las que lo aprobaron, de tal modo que las 31 oficinas participantes aceptaron esta medida.
La figura conocida como Pequeña Entidad ha permitido que oficinas, tales como las de Alemania, Francia, Brasil, China o Japón, reafirmaran su liderazgo en la actividad inventiva. Así mismo, naciones que buscaban desarrollar su potencial industrial y productivo, tales como Finlandia, Ghana México, Panamá o Portugal, han logrado potencializar su cultura de protección al material intelectual y desarrollar un entorno competitivo para inventores independientes, centros de investigación, universidades y del mismo sector industrial. Además de esto, la reducción de tasas ha permitido que se logre un repunte en la abolición a la práctica desleal en la industria y el comercio informal.
Sergio Lino Martínez
Becerril, Coca & Becerril, S.C.
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