Nicaragua: polémica por la construcción de una mezquita. |
En un país con sólo unos 300 musulmanes, fue todo un misterio cuando una gran mezquita apareció de la nada en uno de los barrios residenciales más caros de Managua. ¿Quién pagó por ella se pregunta la gente? Pronto empezaron a circular rumores en Managua sobre el gobierno de Irán.
Su presidente, Mahmoud Ahmadinejad, que es musulmán, y el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, que es católico, dicen que comparten una afinidad revolucionaria. Como parte de su esfuerzo para demostrar que Irán es una superpotencia mundial, Ahmadinejad y su gobierno prometieron en 2007 y 2008 invertir 1.000 millones de dólares en Nicaragua, un país con 5,7 millones de habitantes, incluyendo una nueva ciudad y un puerto de aguas profundas en una remota jungla en la costa atlántica.
A pesar de todo, las autoridades locales dicen que no han escuchado una palabra sobre el proyecto desde que una delegación iraní fue encarada por furiosos vecinos o que de hecho ninguna de las inversiones anunciadas se ha materializado.
El murmullo geopolítico alrededor de la mezquita de cúpula dorada, que fue inaugurada en septiembre tras más de un año de construcción, continúa. “¿Irán puso el dinero? Esa es la pregunta que se hace todo el mundo”, afirma Ismat Khatib, un abogado y empresario nicaragüense, descendiente de palestinos. Un diplomático basado en Managua afirma que se cree que Irán la subsidió.
Pero Khatib, que es el tesorero de la Asociación Cultural Islámica Nicaragüense, que supervisa la mezquita, insiste en que el gobierno iraní no contribuyó ni con un “córdoba”, la moneda local. De hecho, afirma que lo único que realmente prometió donar el gobierno de Teherán fue una gran alfombra especial para la sala de plegarias de la mezquita, y que nunca llegó.
La especulación también rodea a quienes han estado rezando en la mezquita, que ofrece cinco servicios diarios, que comienzan a las 4.30 de la madrugada.
Fuente: La Yijad en Eurabia
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