La persona tiene una comprensión limitada y ve solamente aquello que un ser de carne y hueso es capaz de ver, aquello que, de acuerdo con su intelecto, no es bueno.
En cambio, el Creador ve una imagen completamente distinta: el pasado, el presente y el futuro, e infinitas combinaciones que se encuentran fuera de la capacidad del entendimiento humano; programas y finalidades para las cuales sí es algo bueno, y de ese algo “no bueno” brotará un bien enorme.
De esto cada uno debemos aprender que, cuando nos encontramos en una prueba, no debemos esperar comprender cómo realmente esto es para bien, sino que solamente debemos apoyarnos en la fe. De esta manera lograremos alabar y agradecer al Creador en todas las circunstancias.
Es así como endulzaremos y mitigaremos todos los juicios severos que haya sobre nosotros y tendremos el mérito de ver la bendición y el bien que llegarán.
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