¿Por qué estoy soltera? Ehm… y porque… MIRA UN UNICORNIO!!!

Ser soltera después de los 30 es una cosa; ser soltera después de los 30 en México es otra; pero ser soltera después de los 30 en México dentro de nuestra bella y pequeña comunidad… eso si es como de novela de Dan Brown.

Para muchos ser soltera después de los 30, viviendo sola es una extraña combinación entre Sex and the City y Woodstock, creen que todas andamos de cama en cama, tomando todo el día, fumándonos la bajoalfombra y pues, no podrían estar mas equivocados, somos mujeres independientes que trabajamos para pagar nuestras cuentas porque, pues, no nos interesa que nadie mas nos las pague. Algunas buscamos pareja, otras no; algunas toman alcohol y otras fuman marihuana, nos gusta salir igual que quedarnos en la casa, no organizamos fiestas cada fin de semana porque nosotras somos las que tenemos que limpiar el desastre, y a veces el problema es que sabemos tan bien lo que queremos que es todavía más difícil encontrarlo.

Y puedo aventurarme a decir que somos varias las que opinamos lo mismo, y es por eso que me tomo la libertad a nombre de todas (bueno, no todas pero por lo menos 5 de nosotras) de hacer la siguiente lista de peticiones, misma que hago llegar por este medio a todos los presentes bajo amenaza de huelga en caso del no cumplimiento de las mismas.

1. Paren de decir la tan célebre frase “pronto contigo”. Eso es sinónimo inequívoco de: “pobrecita tan solita, ojalá encuentres un perro que te ladre”, así que aguántense su lástima porque créanos, cuando queremos un perro, conseguimos uno que haga algo mas que ladrar.

2. La otra frase que solicitamos de la manera mas atenta omitir es: “Y tu ¿para cuándo? Si supiéramos para cuándo, lo anunciaríamos con pancartas para que dejen de preguntar.

3. Antes de empezar con el negocio de casamenteros a domicilio, tómense la molestia de preguntarle a la soltera en cuestión si busca pareja y no, no presionen.

4. Regla general: No pregunten si no están seguros de querer una respuesta (por ejemplo, si se les va a subir la presión si la soltera en cuestión tiene queberes con un señorcito de otra religión no saquen la pregunta: ¿Qué, andas con un goy? Capaz que les contestan).

5. Entendemos la buena intención detrás de darle nuestro teléfono a perfectos extraños pero, por favor, basta de repartirlo como si fuera muestra gratis de shampoo. ¿quieren darle nuestro teléfono a alguien? Sigan las siguientes instrucciones:

I. Averigüen quién es el susodicho, no sólo de quién es hijo pero a qué se dedica, quién es parte de su círculo de amigos, o por lo menos si tiene algo en común con la pobre involucrada.

II. Filtren, no hay forma de explicarlo pero no todos son para todas… FILTREN.

III. Que tenga bonita letra, que sea su primo o que lo hayan conocido en una boda no es señal de nada, favor de revisar el punto número 1.

IV. Pídannos permiso antes de andar repartiendo boletitos de salchichonería, si decimos que sí, adelante, si decimos que no… Será para la próxima.

V. Si sucedieron los primeros 4 puntos, prohibido acosar a cualquiera de los dos para preguntar: ya te habló, cómo les fue y/o a poco no es lo máximo.

VI. Llega un momento en el que todas (TODAS) nos cansamos de los blind dates, si son insistentes después de pasar los puntos 1 y 2 no me cansaré de recomendar que sean creativos, salgan muchos y vean si hay química, organicen una fiesta, llévenlos al teatro, encuéntrense en el parque México o por lo menos traten de inventar algo para que parezca casual. Pueden confesar sus verdaderas intenciones aproximadamente 1 año después del primer encuentro.

VII. Si somos solteras después de los 30 quiere decir que ya sabemos todo lo que no queremos en alguien, hay cosas pasables y cosas que no. Pregunten.

VIII. Sí, el físico si importa, consigan una foto.

IX. Si se trata de un espécimen extraño, es decir una mujer que ya no viva con sus papás, lo mas probable es que quiera a alguien que haya cometido el mismo delito, revisar punto número 2.

X. Si encuentran a un hombre de entre 32 y 38 años, guapo, cariñoso, trabajador, alto, con sentido del humor y que cuente buenos chistes, heterosexual, soltero, sin hijos, al que le guste la buena música y odie a Luis Miguel, al que le guste salir y pagar la cuenta, con buena condición física, con futuro en su trabajo, que tenga un hobby, de mente abierta, ligado a su comunidad pero sin exagerar con el tema de la religión, que haya superado tener que estar borracho para pasarla bien, entonces si, tienen mi permiso de darle mi teléfono.