Aún muy lejana, no perdemos la esperanza.
Hace un par de días, el Presidente norteamericano Trump decidió finalmente reconocer a Jerusalem como capital del Estado de Israel (de todos modos lo era desde prácticamente los comienzos del Estado) lo que provocó sin dudas un terremoto político en la region y en mayor o medida en el mundo. Más allá de la decisión de Trump, que admito es controvertida, quisiera dejar en claro algunos conceptos, por supuesto a título personal.
1- La histeria de buena parte del mundo árabe, de antiisraelies de todas partes y además, el triunfalismo de sectores ultranacionalistas de Israel, a nada conducirán.
2- No es Jerusalem el principal foco del conflicto. Nunca lo fue.(aunque por supuesto es parte muy importante del mismo)
3- El foco del conflicto sigue siendo la negativa de lideres palestinos y de buena parte del mundo árabe a reconocer claramente la existencia del Estado de Israel en paz y seguridad. Esto viene de bastante antes de 1948.
Israel ya ha reconocido la solución de dos estados.
Desde hace tiempo.
4- Por lo tanto, no me vengan a decir ahora que la decisión de Trump -admito, controversial- perjudica al proceso de paz.
¿Que proceso? Todas las soluciones que les fueron ofrecidas a los palestinos para solucionar de alguna manera el tema Jerusalem (ya sea Barak-Arafat, ya sea Olmert-Abbas) fueron rechazadas en su momento por el liderazgo palestino.
5-De 1948 a 1967 Jerusalem oriental estaba en poder de Jordania. No habia territorios “ocupados”.¿Qué hicieron de especial árabes y palestinos en particular en esos años en relación al status de Jerusalem ? Nada.
Mejor dicho: sí, hicieron algo. Vandalizaron lugares sagrados judios, impidieron el ingreso de judios a rezar en el Muro de los Lamentos.
Hoy en dia aunque más no sea, todas las religiones pueden rezar en Jerusalem en sus lugares sagrados.
Todo esto sin dejar de lado la vinculación del pueblo judio con Jerusalem en todos los aspectos -históricos, politicos, religiosos- y sin negar en absoluto la que otros ( cristianos, musulmanes) pudieran tener.
Es también importante recordar que la Embajada de nuestro pais, Uruguay, ya estuvo en Jerusalem hasta 1980.
Es importante no confundir el lugar en el cual la capital de Israel se encuentra y también es siempre importante, en caso de reaccionar, hacerlo por los canales diplomáticos adecuados.
Y cuidar a los amigos incluso en las discrepancias.
Todo lo anterior ¿significa compartir la decisión del Presidente norteamericano? Tengo en este tema una “lucha” interior entre lo subjetivo y lo objetivo, lo ideal y lo real.
Por otra parte considero que las piedras, los monumentos, los lugares religiosos, no son los que deberian o deben determinar el destino de una ciudad, por más que la misma se llame Jerusalem. El valor de la vida es lo más importante.
Y tampoco es el Presidente norteamericano: son los israelies y los palestinos quienes finalmente lo harán, el dia que impere el pragmatismo, la empatia y el sentido común.
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